‘Hecho en Rusia’ es el nombre del foro internacional de exportación que transcurre en la capital rusa entre los días 20 y 22 de octubre.
Más de 130 compañías rusas que están interesadas en acceder a mercados internacionales o reorientar sus exportaciones ante las sanciones occidentales exponen sus productos innovadores de sectores que van desde la biomedicina hasta la fabricación de motores eléctricos.
Durante el foro fueron presentadas muchas innovaciones en la esfera tecnológica. El corresponsal de Sputnik Mundo, Víctor Ternovski, mostró unos de ellas y habló con los directores de proyectos que explicaron qué ventajas tienen y para qué sirven.
Un robot de carga, presentado por la compañía Gomich, puede transportar cargas de hasta 200 kilos y dirigirse por control remoto o cumpliendo una ruta programada, según el representante de la compañía, Alexéi Tolchinski.
“Su velocidad alcanza cinco kilómetros por hora y puede operar a temperaturas de 25-30 grados bajo cero”, señaló.
En el foro también fueron presentadas soluciones robóticas, tales como las que sirven para automatizar y optimizar los procesos industriales, por ejemplo en almacenes. Entre las ventajas clave de este invento de la compañía RoboCV se encuentran el ahorro de los recursos financieros, la garantía de procesos estables y la ausencia de daños materiales, según explicó Maxim Fomín, el director de proyectos de la empresa.
Otra innovación interesante es una motocicleta eléctrica que posee unas características únicas. La demanda creciente de este modelo la destacaron los productores tanto en Rusia como en el exterior.
“Su autonomía es de hasta 100 kilómetros, puede alcanzar una velocidad de hasta 40 kilómetros por hora y pesa tan solo 30 kilos, y eso que tiene una capacidad de dos personas, así como espacio para transportar cargas”, afirmó el director de la compañía Mars bike, Piotr Mélnikov.
En el foro también fueron representadas soluciones tecnológicas para personas discapacitadas.
“Producimos sillas de ruedas de propulsión eléctrica. En particular, enviamos nuestros productos a Brasil y Argentina y hoy recibimos una solicitud de Chile”, explicó el director de la compañía Observer, Román Aranin.
El evento contó con delegaciones de casi 80 países, tres veces más que el año pasado, al tiempo que el número de participantes extranjeros es cinco veces más que en el año anterior. Algo que no solo demuestra lo aislada que está Rusia en estos momentos, sino también su apertura hacia el exterior, tal y como dejó claro el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, al intervenir en el foro.
Mishustin calificó como “absurdos” los esfuerzos de excluir a Rusia del comercio internacional, constatando que la economía global no puede prescindir de recursos y productos rusos. De hecho, en algunos sectores, las exportaciones no dejaron de crecer, a pesar de las restricciones occidentales, restricciones que catologó como “competencia desleal”.
Según él, es algo que se hizo posible, en particular, gracias a la reorientación de las exportaciones hacia nuevos destinos. El premier ruso se mostró satisfecho por la dinámica de las exportaciones hacia países como Turquía, Egipto, Emirates Árabes Unidos, así como hacia la región de Asia-Pacífico. Entre otros destinos, resaltó también naciones de Oriente Medio, África y América Latina, donde hay una gran demanda por fertilizantes rusos.
Mishustin subrayó que Rusia es una potencia industrial que cuenta, además, con un sistema financiero estable y robusto, así como con unas relaciones fuertes y sólidas con los miembros clave de la “nueva arquitectura económica multipolar”, cuya construcción requiere un gran trabajo que implica, por ejemplo, la creación de sistemas de transacciones internacionales alternativos.
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Sputnik 22-10-2022