Por tomar excesiva cantidad de Coca-Cola, un hombre de 30 años pereció con los pulmones hinchados cuatro veces más de lo normal, explicaron los médicos que lo atendieron.
La víctima de esta adicción, Paul Inman, tenía 30 años. La patóloga Deirdre Mckenna descartó que la epilepsia o un ataque al corazón fueran las causas de la muerte. "La bebida gaseosa tiene toda la culpa", asegura la doctora en declaraciones al Daily Mail.
Según la progenitora de Inman, éste sufría del síndrome de Asperger (una forma de autismo) y su adicción a la Coca-Cola comenzó cuando tenía 10 años de edad. Por su enfermedad no podía dominar su adicción, ésta lo dominó y lo compelía a comprar esta gaseosa hasta tres veces al día.
El fallecido había sumado también el cigarrillo y nada pudo hacer su actividad física para mejorar su salud, pues caminaba tanto que gastaba dos pares de zapatillas a la semana.