El creciente número de dispositivos IoT incrementa la necesidad de implantar medidas de ciberseguridad que resulten sostenibles para hacer frente a los retos medioambientales y sociales de la actualidad. Durante los próximos años, el proyecto SECURING desarrollará nuevas soluciones tecnológicas para garantizar la seguridad y la sostenibilidad de los ecosistemas IoT
En un mundo cada vez más digital, disponer de infraestructuras de internet seguras es un desafío y una obligación. Al aumentar la cantidad de dispositivos que comparten datos, gracias al auge y la democratización del internet de las cosas (IoT, por las siglas en inglés), crece también el número de amenazas a las que se enfrentan los usuarios: se calcula que, si se mantiene el ritmo de crecimiento actual, el valor de los daños causados por ciberataques ascenderá a unos 10,5 billones de dólares anuales en 2025, frente a los tres billones del 2015, lo que supone un aumento de más de un 200%.