Por Josep Pamies
¿Estamos seguros que la soja que estamos tomando a la que se atribuyen comercialmente tantas bondades no procede de cultivos transgénicos que pueden tener nocivos efectos sobre la salud?
El siguiente estudio pone de manifiesto que la aberración alimentaria que llega hasta nuestras mesas puede tener muy graves consecuencias para la fertilidad.
Esta terrible consecuencia se ha descubierto en investigaciones con otro mamífero, el cerdo. Pero recordemos que el cerdo es de los mamíferos con los que tenemos más semejanza genética (la insulina animal para humanos es sacada de sus páncreas, entre otras compatibilidades).
En este sentido, científicos rusos han alertado mediante Conferencia de prensa de la Asociación Nacional para la Seguridad Genética de Rusia, que hembras de cerdo alimentadas con soja transgénica, la misma que comen o beben hoy millones de personas en el mundo, provoca en su tercera generación la esterilidad total, además de provocar un aumento del nacimiento de hembras y una disminución de los machos.
Esto complementa ya otros estudios hechos por la comunidad científica internacional, los cuales incidían en el aumento de cáncer y de deformaciones fetales entre quien consume soja y maíz transgénico.
Enlace a un extenso informe sobre el tema en inglés (informe en PDF, pulsar con el botón derecho para descargar):