El Consejo de Ministros del Gobierno de España aprobó un anteproyecto de ley contra el desperdicio alimentario que, entre otros, fomentará la venta de productos "feos" o poco estéticos que todavía son aptos para el consumo.
"Todos como seres humanos tenemos una tendencia a estar atraídos por lo más bello, pero es verdad que en el ámbito agroalimentario tenemos productos sin una presentación tan perfecta que son perfectamente consumibles", afirmó en rueda de prensa el ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.
Con el impulso de la denominada Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, el Ejecutivo de Pedro Sánchez quiere contrarrestar la gran cantidad de alimentos que se malgastan cada año.
Según el ministro de Agricultura, los españoles tiraron 1.364 millones de kilogramos de comida en 2020, lo que supone una media de 31 kilogramos por persona.
Un 40 por ciento de estos alimentos se desaprovechan en los hogares, otro 40 por ciento en la transformación industrial y un 15 por ciento en la hostelería.
Entre las medidas que contempla el nuevo proyecto legislativo está la obligación de que las tiendas de más de 400 metros cuadrados habiliten una zona específica para exhibir productos en buenas condiciones pero con apariencia que puede causar el rechazo del consumidor.
También se deberá diferenciar claramente la fecha de caducidad de la de consumo preferente, a partir de la cual un alimento sigue siendo consumible pese a la degradación de algunas de sus condiciones
"Estamos trabajando para darle una mayor flexibilidad porque es fundamental para el aprovechamiento", indicó Planas.
Desde el Gobierno se quiere "generalizar" que los vendedores hagan promociones específicas de los productos próximos a la fecha de caducidad o consumo preferente, así como que incentiven la compra de alimentos a granel, de proximidad y ecológicos.
Por otro lado, los bares, restaurantes u hoteles estarán obligados a ofrecer a los clientes un recipiente para llevarse la comida que no hayan terminado.
Otra línea de actuación en el marco de esta ley será establecer como prioridad que los alimentos susceptibles a ser desperdiciados sean donados antes a organizaciones y bancos de comida.
Finalmente, se introducirán normas para transformar los alimentos no vendidos en otros productos para el consumo humano (por ejemplo zumos, mermeladas o cremas), en comida de animales o para usar en el compostaje, por orden de prioridad.
Con información de Sputnik