Otro chileno irritado
Lamentable encontrar pasquines como estos carentes de antecedentes y llenos de una animadversión infinita, que solo busca el revanchismo y la enemistad permanente entre los pueblos, aunque probablemente uno actuaría de forma similar si hubiera pedido una guerra y los contrarios se hubieran instalado en la capital de mi pais por tanto tiempo, pero creo que las cosas se pueden decir de muchas formas y abstenerse del revanchismo y los malos términos, forma propia de expresarse de la gente que cerece de los conocimientos, antecedentes y vocabulario apropiado. Gracias a Dios que no todos los peruanos opinan igual, pues si no todavía estaríamos envueltos en una guerra sin fin... Que vivan los peruanos bien plantados y que miran el futuro con altura de miras...
Claudio Navarro
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Nos complace que llames “pasquín” a nuestra publicación; nos alarmaría y preocuparía que los chilenos empiecen a hablar bien de Con nuestro Perú. Nosotros no buscamos ningún revanchismo, sólo deseamos contribuir a que el pueblo peruano y en particular la juventud peruana recuerden siempre que, pese a haber terminado la guerra, Chile, además de haber usurpado nuestros territorios de Arica, Tarapacá e Iquique, ahora suma nueva usurpación de tierra en Tacna y de mar. Los términos y expresiones que empleamos son los correctos y los que corresponden a la objetividad: llamamos delincuente a quien comete un delito; llamamos ratero al que roba; llamamos asesino al que mata. Todo eso realizó Chile contra los peruanos durante la guerra de 1879-1883. El crecimiento territorial de Chile se ha hecho delinquiendo, usurpando territorios de Bolivia y del Perú. Recordar la verdad no es animadversión, y todo lo que decimos tiene sustento.
Dicho esto, debemos mencionar que los chilenos de ahora son de toda clase y como en cualquier país del mundo: hay buenos, malos, trabajadores, rateros, generosos, etc. Es más, podríamos pensar que una mayoría de chilenos, vistos como individuos, son buenos; pero eso no quita que hayan nacido y se desarrollen en un país que es delincuente por las razones señaladas en el primer párrafo; son entonces hijos beneficiarios del patrimonio delincuencial que les legaron sus antepasados chilenos que llegaron al Perú a robar y matar. Podríamos comparar esto con los hijos de un ladrón o estafador: ellos no han cometido el delito de su padre pero se han alimentado del pan que en la casa se compra con el botín de su progenitor.
Nosotros no deseamos la guerra, queremos que se respeten los tratados, aunque hayan sido impuestos a Bolivia y al Perú por las armas de los ladrones y homicidas chilenos. Que se respeten los tratados y que haya paz, que cada uno prospere por su cuenta, que cada uno viva de sus recursos. Por ejemplo, deseamos que Chile se desarrolle y alcance más bienestar comprando gas de Argelia, de Indonesia, de Rusia, de Venezuela, de Arabia Saudita; pero no del Perú, que tenemos poco y no deseamos vender. Anhelamos que vaya bien a la aviación civil chilena, que ganen dinero, pero que no vuelen sobre el territorio peruano, que no utilicen cielo peruano. ¿Ahora entiendes qué significa vivir de lo propio, de sus propios recursos? Si en Chile no se comprende eso, volverán a delinquir, volverán a robar; no olvides que la agresión contra Bolivia y el Perú fue precisamente para apoderarse de recursos como el guano de las islas y el salitre; no deseen lo ajeno, cómprenlo pero de regiones lejanas (¿acaso no les va bien comerciando con países de Asia, con los EE. UU., con Europa?). No incurran en la frescura y sinvergüencería de querer comerciar o comprar con países a los que Uds. han agredido; por sus robos territoriales Chile hace tiempo que es mal visto en el vecindario: hagan sus compras y ventas lejos, no compren de Argentina, Bolivia ni del Perú, sino de otros continentes, donde no se sepa qué hizo Chile entre 1879-1883 (flor de ladronería y matanza, como dicen Uds.).
Nosotros miramos el futuro con optimismo y sin envidiar ni desear lo que otros tienen; el Perú y Chile deben mirar el futuro por separado, solamente algunos políticos muy corruptos y descarados de ambos países dicen que debemos pensar en integración…Modestamente, si algo puedes aprender leyendo estas líneas es ponerte en guardia cuando algún político sinvergüenza (sea peruano o chileno) hable de integración: allí lo conocerás como ser corrupto. No sirve juntarse con el que te robó y te sigue robando. Hay mucho que nos divide, cuantas menos empresas chilenas veamos, mejor. Ojos que no ven, corazón que no siente.