Por Alfredo Palacios Dongo
El día de ayer, 8 de junio, se conmemoró el Día Mundial de los Océanos instaurado en 2009 por la Asamblea General de la ONU (Resolución 63/111), sin embargo, después de 9 años constatamos la grave situación de desprotección y descuido de los mares del mundo por actividades depredadoras humanas que impactan sus ecosistemas, tales como, uso de prácticas destructivas contaminantes, emisiones de gases nocivos, extracción irracional de todo tipo de especies por pesca ilegal, pesca de arrastre por flotas industriales y pesca de ejemplares juveniles que no alcanzan su potencial productivo afectando su continuidad.
La contaminación oceánica es muy grave por vertido de desperdicios, basura, petróleo, sustancias y productos químicos nocivos y residuos radiactivos procedentes de fuentes terrestres o de buques en alta mar. Anualmente en el mundo se producen 260 millones de toneladas de plástico, material que constituye el 90% del total de basura flotante en los océanos siendo acarreada por las corrientes hasta remotos rincones del planeta, estos restos matan alrededor de un millón de aves y cien mil mamíferos marinos, y además, se van desintegrando en cientos de años en microplástico siendo consumido por peces que luego pasan a la alimentación humana.
Tampoco se reflexiona sobre el efecto invernadero y emisiones de dióxido de carbono (CO2) que incrementan en 30% el nivel de acidez oceánica del planeta ocasionando grave impacto en la supervivencia de los ecosistemas marinos, alterando las cadenas alimenticias (plancton-peces-animales marinos), afectando la productividad oceánica y amenazando la supervivencia de muchas especies marinas, además, el derretimiento glaciar afecta la reproducción del krill (crustáceo sustantivo en la composición del plancton) deprimiendo el primer peldaño de la pirámide alimenticia marina.
Bajo este panorama, los océanos cubren 70% de espacio acuático de la superficie terrestre, regulan el clima y nos brindan ecosistemas e inmensos recursos, sin embargo, su degradación se acelera, por lo que es indispensable incrementar su protección para ayudar a sobrevivir de estas graves amenazas al ambiente marino y su ecosistema. Solo en el océano Pacífico existe una isla de basura que contiene 1.8 billones de piezas de plástico, Y en nuestro país tenemos graves elementos contaminantes ilegales y clandestinos como botaderos y colectores, desagües y vertederos mineros e industriales que ocasionan grave contaminación de nuestro mar y fauna marina la cual se incrementa por falta de control, mala gestión de residuos sólidos y líquidos, y falta de conciencia y educación ambiental ciudadana.
Expreso, 09.06.2018