Por Alfredo Palacios Dongo

El pasado día 9, durante una reunión con la Asociación de Prensa Extranjera en el Perú, la ministra del Ambiente, Fabiola Muñoz, anunció que el gobierno creará en nuestra costa norte (Tumbes y Piura) la reserva natural marina Mar Pacífico Tropical de Grau que comprende Isla Foca, Cabo Blanco-El Ñuro, Arrecifes de Punta Sal y Banco de Máncora (superficie 116,000 hectáreas), además, la ministra reconoció que existen concesiones de exploración petrolera que se superponen a dicha área propuesta, y aunque no especificó cuales, se trata de cinco lotes petroleros a cargo de cuatro empresas, BZP Exploration (Lotes Z-1 y XXIII), Savia (Z-28), Gold Oil (Z-34) y Karoon (Z-38). Al respecto, el Presidente de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH), Felipe Cantuarias, por el anuncio de la ministra dijo “creemos está un poquito desubicada”, advirtiendo que dicha reserva afectaría gravemente las operaciones de exploración y explotación, sin embargo, debería considerarse que en esta reserva natural las operaciones de hidrocarburos pueden ser compatibles con la conservación y protección del mar y especies marinas, con la investigación científica de los recursos hidrobiológicos y la promoción de la pesca artesanal.

Áreas petroleras se superponen zona a natural propuesta

Esta zona marina debe ser debidamente protegida porque concentra 72% de especies del litoral, presenta alta productividad, abastece 40% de la producción pesquera, brinda el 50% de recursos para exportación y especies de consumo humano directo, esta gran biodiversidad se presenta debido al fenómeno de convergencia de dos corrientes marinas, la fría de Humboldt y la caliente del Pacífico Tropical.

Bajo este panorama, según la ministra Muñoz espera anunciar la creación oficial de esta reserva durante el III Congreso de Áreas Naturales Protegidas Latinoamericano y del Caribe (del 17 al 20 marzo 2019 en Lima). Esperamos que así sea porque se garantizaría adecuado cuidado en las operaciones petroleras de las empresas con contrato vigente, así como la protección y explotación sostenible de sus recursos por amenazas de actividades ilegales (pesca industrial en las 5 millas, pesca de arrastre y boliche) que depreda el ciclo de vida de las especies marinas, también debido a que su enorme biodiversidad biológica contribuye al desarrollo sostenible del país y a la generación de turismo (avistamiento de ballenas jorobadas y tortugas verdes de carey), además, considerando que esta zona ha sido reconocida en el Congreso Mundial de la Naturaleza 2016 como “lugar de esperanza” entre los ecosistemas marinos de mayor significancia biológica mundial.

 

Expreso, 14.07.2018