No se habla mucho de esto, pero la producción de papel de baño es una de las industrias que impactan de manera más considerable en el medioambiente, específicamente por su contribución a la tala de bosques. Quizá sería útil reflexionar que con lo que nos limpiamos cuando vamos al baño suelen ser rollos creados a partir de árboles, millones de hectáreas de bosque que se van por el caño. En Estados Unidos, por ejemplo, la persona promedio gasta 141 rollos de papel de baño al año (aunque esta cifra depende del peso que se le atribuye al papel de baño y podría ser un poco menor). En el sitio Fast Company se advierte que esta práctica higiénica tiene consecuencias importantes en relación con los bosques de Canadá, que son utilizados para suministrar a esta industria. Tan sólo entre 1996 y 2015, en Canadá se talaron poco más de 11 millones de hectáreas de bosques para la industria del papel higiénico. Uno de los problemas en este sentido parece tener que ver con que las personas no son conscientes de que su compra de papel de baño es una decisión ambiental. Otro aspecto que genera también consecuencias indeseadas son las grandes cantidades de papel de baño que hay en las tuberías.
En lugar de la pulpa de árbol, a partir de la cual se fabrica el papel de baño estándar en la industria, una alternativa posible es usar materiales reciclados para producirlo. Esto no sólo tiene la ventaja de poder evitar la tala de árboles, sino que también implica un consumo menor de energía y se requiere de menos agua para su manufactura.
Por otro lado, se pueden utilizar materiales como el bambú y la paja y así se puede reducir el impacto (pues, por ejemplo, el bambú se regenera 20 veces más rápido que los bosques boreales que están siendo usados por los gigantes del papel de baño). Existen además otras fibras que podrían ser buenas alternativas.
O, para los verdaderos amantes de la naturaleza, siempre está la opción de sacrificarse por el equipo y usar la mano izquierda, como se acostumbra en algunos lugares del mundo.
Con información de Pijamasurf, 22.11.2019
