México y Perú: El impacto de los que se van
Por Humberto Campodónico
Según el Consejo Nacional de Población de México (1), la población de origen mexicano en EEUU aumentó de 5.4 a 26.7 millones de 1970 al 2003: 9.9 millones nacieron en México; 8.1 millones son hijos de inmigrantes y 8.7 millones son de segunda generación. Esta cifra no incluye a 6 millones de inmigrantes ilegales adicionales. Dice CONAPO que el 75% de los inmigrantes recientes a EEUU (a razón de 350,000 al año) son ilegales.
Como la población de México es de 106 millones, algo más del 25% de mexicanos ya no vive en su país. ¿Cuál es el impacto de esta migración en una serie de indicadores? Por ejemplo, si el 50% no se hubiera ido, ¿cuál sería el nivel de pobreza ó del desempleo? Más alto, con seguridad. Y si se toman en cuenta las remesas de los migrantes en el nivel de vida de las familias receptoras, queda claro que el impacto es favorable, lo que, claro está, reduce la pobreza.
En el Perú, también aumenta la migración. En el 2002, según la Dirección General de Migraciones (DGM), 231,000 peruanos salieron y no volvieron, cifra que aumentó a 337,000 en el 2006. Según Molina y Loveday (M y L), al 2004 un total acumulado de 2´820,000 personas residía en el exterior. Si le agregamos las salidas del 2005 al 2007 (1 millón adicional), llegamos a 3´800,000. Como somos 28 millones de peruanos, el 13.5% se fue para no volver.
Esta cifra no incluye, como CONAPO en México, a los peruanos hijos de inmigrantes y a los de segunda generación. Un cálculo rápido, a la mexicana, arroja 6´000,000 adicionales, con lo cual habría cerca de 10´000,000 de peruanos en el extranjero, más de un tercio de la población actual.
Incluso si la cifra fuera algo menor, de todas maneras su impacto en los indicadores económicos y sociales sería importante. Por ejemplo, si solo del 2004 al 2006 se fueron del país 1´000,000 de peruanos ¿cuál es su impacto en la tasa de pobreza, que bajó del 48 al 44% en ese mismo período?
Otro tema clave es saber quienes se van. M y L (2) dicen que "en la actualidad emigran prácticamente de todas las clases sociales y grupos culturales del Perú. Sin embargo, la mayor concentración se encuentra en la clase media". Agregan que "los peruanos que salieron entre 2000 y 2003 poseen, en su mayoría, un nivel de capital humano alto (54.17%). Esto podría dar indicios de que los emigrantes son mano de obra calificada, lo que nos llevaría a suponer la existencia de una fuga de cerebros (brain drain)". En su análisis de las familias receptoras de remesas del extranjero (excluye, por tanto, las remesas internas), M y L nos dicen que el 65.6% son de Lima Metropolitana. Si sumamos La Libertad Callao y Lambayeque, el 85% de las remesas del exterior llega a zonas costeñas y urbanas. Es lógico suponer, entonces, que de allí son los que se fueron. ¿Este factor estará contribuyendo a que la pobreza haya bajado más en Lima (del 31 al 24%) y en la costa urbana (del 37 al 29.9%), mientras que aumenta en las zonas rurales, sobretodo en la sierra?
En México, después de 13 años de TLC con EEUU y Canadá, no ha disminuido la migración a EEUU. Por el contrario, aumenta, y EEUU construye el muro de la vergüenza. En Perú la migración también aumenta, sobretodo de la clase media, lo que tiene impacto en muchos indicadores y exige mayores investigaciones para tener la película clara, ahora que se ha firmado un TLC que va a agravar las disparidades entre el campo y la ciudad.
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(1) La nueva era de las migraciones 2006, www.conapo.gob.mx
(2) Oswaldo Molina y James Loveday, Remesas internacionales y bienestar, Consorcio de Investigación Económica y Social, 2005.
Todos los artículos del autor se pueden leer en: www.cristaldemira.com