Encuentros y desencuentros de la integración regional
Alan Fairlie Reinoso
La coyuntura está muy agitada en el escenario internacional respecto
a los acuerdos comerciales regionales, y la relación de estos con el
multilateralismo.
Escenario Multilateral
Hasta ahora hay un entrampamiento en los intentos de
relanzar las negociaciones de Doha, y sucesivas reuniones de grupos de países y
foros han fracasado: la reunión de ministros de la OECD, giras de Lamy por
países líderes desarrollados y subdesarrollados, el G-4 (EEUU, UE, India y
Brasil).
Acusaciones cruzadas de inflexibilidad de unos a otros, y en
otros casos cuestionamiento a la representatividad de los interlocutores, han
estado en el candelero. En las negociaciones mismas, el problema de los subsidios
agrícolas frente a concesiones en mercados de bienes industriales y disciplinas,
sin acuerdo. Presiones de Francia para que la UE no ceda, presiones de países en desarrollo
para que India y Brasil no lo hagan en su nombre.
A pesar de los problemas, se siguen haciendo esfuerzos aunque
ya se acabó el fast-track en EEUU y no ha sido renovado. Se busca una
propuesta que recoja concesiones mutuas significativas en las próximas semanas,
sino tendría que esperarse al desenlace de eventos políticos centrales como la
elección presidencial en EEUU. Brasil ha sido convencido de no abandonar las
negociaciones en el G-4, por el momento.
En ese contexto de crisis multilateral, lo que se produce
normalmente es un mayor dinamismo de los
acuerdos comerciales regionales, buscando cada país cautelar sus intereses
jugando en diferentes tableros simultáneamente. EEUU en sus acuerdos recientes
con Corea del Sur y los pendientes hemisféricos (Panamá, Perú, Colombia con mayor cuestionamiento). UE impulsando acuerdos
con socios estratégicos en Asia, y países emergentes como Brasil. También con
bloques como el del Caribe, ACP, Centroamérica y andinos, el anuncio de reinicio
de negociaciones con MERCOSUR (a pesar de la fricción interna por el
nombramiento brasilero). En Asia también se produce este fenómeno aún en países
otrora reacios al regionalismo como China, no solo en la región sino también
transpacíficos, o con Europa.
¿Qué ocurre en la región latinoamericana?
Comunidad Andina
La CAN acaba de salir de una situación muy complicada. La
cumbre de Tarija superó el impasse generado por la negativa boliviana a
discutir disciplinas en el acuerdo de asociación con la UE, lo que polarizó el bloque
con Colombia y Perú que amenazaron con una ruptura. Al final, se aceptó la
diversidad y la búsqueda de una negociación de geometría variable, y con el
anuncio oficial de negociaciones con la UE, la incorporación de Chile como país
asociado, y el llamado a la reincorporación de Venezuela, temporalmente se ha
salido del problema.
Pero, la procesión va por dentro. Colombia que ahora preside
la CAN, enfrenta
un cuestionamiento externo por la vinculación de paramilitares con el gobierno
y acusaciones de persecución y asesinato de sindicalistas. Esto ha llevado a
una exclusión de una eventual aprobación del TLC con EEUU y voces en Europa que
solicitan algo similar para la negociación recién anunciada. A pesar que el
Congreso lo aprobó rápidamente, las reacciones de EEUU llevaron a Uribe a
declarar que Colombia no tendría una relación de esclavo y que una negativa definitiva
replantearía la relación global con su país.
Simultáneamente, continúan las fricciones con Ecuador por la
erradicación de cultivos con sustancias químicas en la frontera común, que los
han llevado a un enfrentamiento con amenazas inclusive de ir a La Haya. Con
Perú ha habido visitas a nivel de Cancilleres e incluso presidenciales, para fortalecer
la relación bilateral y el eje liberal de la CAN (que se refuerza con Chile y
el eventual ingreso de México como asociado).
Ecuador ha tenido una posición crítica a los TLCs pero menos
radical que Bolivia y Venezuela, tratando de mantener un equilibrio en el
bloque. Ha conseguido la secretaría de UNASUR y tiene la de la CAN. Está
impulsando programas energéticos y de cooperación con Venezuela siendo
observador del ALBA, y ha logrado liderazgo en el impulso inicial del Banco del
Sur que se concretará a pesar de resistencias iniciales. También ha solicitado recientemente
una mayor relación con MERCOSUR, lo que podría ser el preludio de una salida si
recrudece la crisis de la CAN en el contexto de las negociaciones con la UE.
Perú es el que ha dado mayores gestos de cercanía hacia
EEUU. Aprobó sin discusión en comisiones las adendas planteadas por ese país, y
ha sido caja de resonancia para cuestionar el proyecto político venezolano no
sólo en el país, sino también en la región.
El lanzamiento de negociaciones con la UE es hasta el momento un
factor de cohesión en la CAN. Aunque existen márgenes de maniobra importantes
que en teoría se podrían conseguir considerando acuerdos suscritos con otros
países en desarrollo, hay cláusulas que harían extensivo lo concedido por los
andinos a EEUU, lo cual constituye una espada de Damocles para la integración
regional.
Aunque si los pronósticos optimistas se cumplen, Perú sería
en el plazo inmediato, el único país andino en tener un TLC con EEUU. Si
Colombia cumple su palabra de un replanteamiento de su posición con EEUU ante
una negativa definitiva, la negociación con Europa se complicaría y en Perú la
tentación de salirse de la CAN sería prácticamente irresistible.
Venezuela ha impulsado su política exterior con socios extra-regionales
a partir del recurso estratégico del petróleo, buscando alianzas con países
hostiles a EEUU, como constituyen recientes acuerdos con Irán, y compras de
armas a Rusia (para contrarrestar el boicot norteamericano).
Pero, parece estar perdiendo terreno en la región: si bien
tiene el apoyo firme de Argentina que junto con Uruguay aprobaron en sus Congresos
el ingreso venezolano al MERCOSUR, hay resistencias en Paraguay y Brasil. En
este último hay mucha molestia ya que calificó como loros de Washington a su Senado
por las críticas a la no renovación de licencia en un canal de TV venezolano
como violatorio de la libertad de prensa y expresión. Un error que puede
costarle caro, es el ultimátum de tres meses que lanzó para eventualmente
retirar su solicitud de ingreso al MERCOSUR (Paraguay ya respondió que no lo
hará en ese plazo y Brasil ha dicho que hay condiciones de entrada pero no de
salida).
Retirado de la CAN sin ingresar al MERCOSUR, solo le quedaría
ALBA y Unasur, aunque con alianzas regionales resquebrajadas. Salvo que
reconsidere su presencia en la CAN como le han solicitado Bolivia, Ecuador y
recientemente Colombia.
MERCOSUR
En MERCOSUR, Brasil ha jugado su papel como global- trader, no
solo en las negociaciones de la
OMC y sus diálogos y alianzas con países como China, India, Rusia,
sino su reciente vínculo como socio estratégico de la UE. Esto ha despertado suspicacias
en el resto de asociados del MERCOSUR, aunque se señala que más bien podría dar
un nuevo impulso a las negociaciones como bloque ahora estancadas. Además, hay
un acercamiento a EEUU y alianza en el tema energético, visitas constantes de
altos funcionarios norteamericanos, así como cierto hartazgo no solo con
actitudes y medidas bolivianas, sino también de Venezuela. Cada vez los
cuestionamientos de la oposición son más duros en estos temas.
En la reciente cumbre del MERCOSUR ―a la que no asistió Chávez―
han vuelto sobre la mesa los debates sobre completar unión aduanera, las disputas
comerciales, las asimetrías y desventajas de los socios más pequeños y las
limitaciones del fondo estructural existente, conflictos como el de Uruguay-Argentina,
la crisis energética. Han habido varios balances escépticos, aunque por el momento se
ha podido sobrellevar los problemas.
Argentina y México anuncian una alianza estratégica, que se
suma a la sólida relación Gaucha con Venezuela en el juego de contrapesos a Brasil,
al que también presionaron en su rol de vocero en el G-4. El no ingreso de
Venezuela les preocupa, y han hecho gestiones con Brasil para evitar tal
desenlace.
¿Y el Perú?
A pesar de tener una extraordinaria oportunidad con la
realización de dos eventos internacionales de la mayor importancia el próximo
año: APEC, Cumbre UE-AL, ha estado ausente de las reuniones multilaterales (y
específicamente de estos foros), en una actitud inexplicable si se quiere tener
el mayor rédito internacional posible para el país.
Tampoco ha acudido a las cumbres sudamericanas y regionales (excepción de la
andina), con lo cual perdemos presencia internacional y se deja el espacio a otros
que lo ocupan gustosos y que trabajan sistemáticamente para limitar cualquier
potencial liderazgo peruano. Justamente con el vecino del sur es que se sigue
una ciega política de besos y abrazos, de subordinación y consolidación de
asimetrías, mientras desconocen ya no solo límites marítimos en disputa sino
los terrestres en clara agresiva política expansionista. En inexplicable actitud
o por razones inconfesables continúan las reuniones de cancilleres, de 2 x 2, de
“cuerdas separadas”, de los partidos de gobierno, de medidas de confianza. Todo
eso mientras nos apuntan sus armas y nos enseñan los dientes.
Se descuida la relación estratégica con Brasil, y boicotean
la interoceánica y desarrollo de infraestructura, favoreciendo intereses
chilenos. Se privilegia relación con Colombia y se busca hacer méritos con EEUU
atacando innecesariamente a Venezuela. Se permite que Ecuador se entrometa en
el diferendo limítrofe con Chile y se le hacen concesiones no recíprocas. No
hay hasta ahora reunión con Kirchner manteniendo frías relaciones con un país
clave en la región, no se participa en las iniciativas sudamericanas, no se
asistió a la creación de UNASUR, no se participa ni como observador en el Banco
del Sur.
Todos los huevos están en la canasta del TLC con EEUU y su proyecto
regional: El eje pacífico-hemisférico, el ataque a Chávez y a los “populismos radicales”
e indigenismos, el continuismo neoliberal para tratar de recibir algunas
gracias del Imperio.
Ese no es el rol que le corresponde al Perú por el mandato
de su Historia. La población ha comenzado a levantar la voz y movilizarse para luchar
contra el continuismo neoliberal, y el proyecto de convertir al país en un peón
de brega de la gran potencia y la subordinación al país del sur.