Carreteras: del peaje salen las correas
Por Humberto Campodónico
Economista
Ahora que el gobierno se prepara “a toda máquina” a poner en marcha las Asociaciones Público-Privadas, dentro de las cuales está la privatización del Puerto de Paita (bajo la modalidad encubierta de “concesión”), es importante saber qué está pasando con dos concesiones de carreteras otorgadas con esta modalidad en el gobierno anterior.
Fuente: Ositran www.ositran.gob.pe
La primera es la concesión Ancón-Huacho-Pativilca, suscrita en enero del 2003, por un total de inversiones de US$ 61 millones. Al principio hay obras de refacción, pero lo más importante es la construcción de la segunda calzada (autopista) de 57 km entre Huacho y Pativilca. Según el contrato esto comenzará a más tardar once (11) años después de culminada la Primera Etapa, que concluyó en el 2008. O sea que comenzaría en el 2019.
La segunda es la concesión por 30 años del tramo Pucusana- Cerro Azul - Ica, suscrita en setiembre del 2005, con inversiones de US$ 228 millones. Aparte de las obras iniciales, lo relevante es la autopista Cerro Azul-Ica. El contrato dice que esto se hará en la Segunda Etapa, en dos fases.
La primera fase serán los 120 km de autopista entre Cerro Azul-Pisco, que comenzará 12 años después de entregada la concesión, o sea en el 2017. La segunda fase es el tramo Pisco - Ica de 50 km, que comenzará, a más tardar, 5 años antes de que culmine la concesión, o sea en el 2030.
Increíble pero cierto. Las salidas norte y sur de la capital continuarán por 10 a 20 años más (por lo menos) tal como las dejó Fernando Belaunde en 1985: con autopistas de 147 km hasta Huacho y 130 km hasta Cerro Azul.
Pero si bien los usuarios salen mal parados con estos contratos (ni hablar de la Carretera Central y otras vías), los concesionarios sí tienen sus espaldas bien cubiertas con los llamados Ingresos Mínimos Garantizados. Si no les alcanza el peaje que cobran, el gobierno pone la diferencia (Art. 9.10 en ambos contratos).
Y lo que han cobrado por peaje no es poca cosa, según las Evaluaciones Económicas del regulador Ositran (www.ositran.gob.pe). El consorcio Norvial (cuyos socios son Graña y Montero y JJ Camet) ha tenido ingresos de S/. 231.6 millones del 2003 al 2007, de los cuales ha obtenido S/. 61.6 millones de Utilidades Netas. Recordemos que éstas seguirán aumentando hasta el 2019, cuando comience la autopista Huacho-Pativilca.
El consorcio Coviperú (formado por la peruana Construcción y Administración y las ecuatorianas Hidalgo y Conorte) en el 2006 y el 2007 tuvo ingresos por S/. 119 millones y utilidades netas de S/. 25.9 millones. Comenzará la autopista a Pisco en el 2019.
Esta supuesta “negociación” de carreteras, que llegarán con las calendas griegas, tiene su origen en buscar, sí o sí, que el sector privado tome la concesión porque “el Estado no sirve”. Estos contratos tienen que renegociarse porque no es posible que obras tan simples y necesarias tarden tanto y que el cuero salga del peaje que pagamos. Además, no olvidemos que eso se prometió a los damnificados del terremoto. Pero hasta ahora, nada.
Habrá que ver cuáles son las tarifas y el cronograma de inversiones de la concesión del puerto de Paita que ProInversión, a la loca, quiere sacar a fin de mes.
www.cristaldemira.com
La segunda es la concesión por 30 años del tramo Pucusana- Cerro Azul - Ica, suscrita en setiembre del 2005, con inversiones de US$ 228 millones. Aparte de las obras iniciales, lo relevante es la autopista Cerro Azul-Ica. El contrato dice que esto se hará en la Segunda Etapa, en dos fases.
La primera fase serán los 120 km de autopista entre Cerro Azul-Pisco, que comenzará 12 años después de entregada la concesión, o sea en el 2017. La segunda fase es el tramo Pisco - Ica de 50 km, que comenzará, a más tardar, 5 años antes de que culmine la concesión, o sea en el 2030.
Increíble pero cierto. Las salidas norte y sur de la capital continuarán por 10 a 20 años más (por lo menos) tal como las dejó Fernando Belaunde en 1985: con autopistas de 147 km hasta Huacho y 130 km hasta Cerro Azul.
Pero si bien los usuarios salen mal parados con estos contratos (ni hablar de la Carretera Central y otras vías), los concesionarios sí tienen sus espaldas bien cubiertas con los llamados Ingresos Mínimos Garantizados. Si no les alcanza el peaje que cobran, el gobierno pone la diferencia (Art. 9.10 en ambos contratos).
Y lo que han cobrado por peaje no es poca cosa, según las Evaluaciones Económicas del regulador Ositran (www.ositran.gob.pe). El consorcio Norvial (cuyos socios son Graña y Montero y JJ Camet) ha tenido ingresos de S/. 231.6 millones del 2003 al 2007, de los cuales ha obtenido S/. 61.6 millones de Utilidades Netas. Recordemos que éstas seguirán aumentando hasta el 2019, cuando comience la autopista Huacho-Pativilca.
El consorcio Coviperú (formado por la peruana Construcción y Administración y las ecuatorianas Hidalgo y Conorte) en el 2006 y el 2007 tuvo ingresos por S/. 119 millones y utilidades netas de S/. 25.9 millones. Comenzará la autopista a Pisco en el 2019.
Esta supuesta “negociación” de carreteras, que llegarán con las calendas griegas, tiene su origen en buscar, sí o sí, que el sector privado tome la concesión porque “el Estado no sirve”. Estos contratos tienen que renegociarse porque no es posible que obras tan simples y necesarias tarden tanto y que el cuero salga del peaje que pagamos. Además, no olvidemos que eso se prometió a los damnificados del terremoto. Pero hasta ahora, nada.
Habrá que ver cuáles son las tarifas y el cronograma de inversiones de la concesión del puerto de Paita que ProInversión, a la loca, quiere sacar a fin de mes.
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