El presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Juan Varilias Velásquez, percibe una mayor estabilidad política en el gobierno del presidente Martín Vizcarra, pero consideró necesario hacer cambios profundos en la forma de hacer política económica, de tal forma que se pueda mejorar la productividad de las empresas y reducir la informalidad y la pobreza.
“Un ejemplo de la necesidad de hacer cambios profundos se observa en la política laboral. Las acciones gubernamentales por lo general se limitan a ajustes esporádicos de la remuneración mínima, mientras que otras reformas como el empleo juvenil o el seguro de desempleo no prosperan”, comentó.
Opinó que si bien el tema laboral es técnicamente complejo y políticamente delicado, se cae en una falta de responsabilidad cuando se da la espalda a esos serios problemas estructurales (muy baja productividad e informalidad).
“El 97% del agro es informal. Un trabajador formal de una unidad productiva formal es cuatro veces más productivo que un trabajador informal en una unidad productiva informal, por lo tanto, el trabajador formal percibe una remuneración promedio dos veces mayor que un trabajador informal. Sin embargo, hay quienes quieren poner fin al régimen laboral que hace posible que el trabajador gane dos veces más”, acotó Varilias.
Lo mismo sucede en el sector manufacturero que es informal en 63% y en textiles (más del 70%). Gracias a la formalidad que permite invertir, mejorar la tecnología e incrementar la productividad, el trabajador formal gana también dos veces más que su par informal.
“Afortunadamente, el actual Ministro de Trabajo Christian Sánchez, en un hecho significativo, nos visitó y anunció una posición equilibrada y dialogante con los empleadores y trabajadores lo que abre la posibilidad de un diálogo transparente y comprometido al interior del Consejo Nacional del Trabajo” comentó.
Al analizar por qué no es posible llegar a acuerdos en el CNT, Varilias opinó que una de las razones es que en anteriores gestiones las partes dudaban de la imparcialidad de la autoridad de trabajo. En ese sentido, manifestó su más amplia disposición al diálogo, con la expectativa de trabajar una política laboral integral que aborde la baja productividad y la alta informalidad, que son dos problemas medulares en el país.
“La responsabilidad la tenemos todos. La primera pregunta que debemos plantearnos es ¿cómo hacemos que nuestras actividades económicas sean más productivas?, resuelta esa pregunta, trabajemos en los mecanismos para que el crecimiento se distribuya de manera económicamente justa entre todos”, precisó.
Compromiso tripartito
La mejora de la productividad es una tarea en la que participan el empresario, los trabajadores y el gobierno, por lo tanto, la lógica más elemental nos dice que la solución a los problemas laborales pasa por un compromiso tripartito por la mejora de la productividad de la empresa de la mano con mecanismos para que los trabajadores reciban mejores remuneraciones, las inversiones sean más rentables y el gobierno recaude más impuestos.
“El gobierno ya tiene políticas para impulsar la innovación y la capacitación, por lo tanto, si logra que las relaciones laborales al interior de una empresa tenga un carácter más colaborativo para emprender un plan de mejora de la productividad, logrará que el esfuerzo de todos concurra hacia una sola meta. En esas condiciones la estabilidad laboral no dependerá de una ley, sino de las condiciones económicas que permiten que todos obtengan un beneficio”, concluyó.