MEFAlan Fairlie Reinoso
 
El 27 de agosto el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) realizó una conferencia de prensa para la presentación del “Marco Macroeconómico Multianual (MMM) 2021-2024”, donde se encuentran las proyecciones macroeconómicas para el corto y mediano plazo.
 
La presentación del MMM 2021-2024 giró en torno a cuatro ejes: el escenario internacional, la economía local, las finanzas públicas, y los factores de riesgo. Son proyecciones bastante optimistas.
 
Escenario internacional
Según proyecciones del MEF, para el segundo semestre del 2020, se espera un impulso externo favorable para la economía peruana. Asimismo, basándose en las cifras del PMI de servicios y manufactura a nivel mundial, se señaló que la recuperación económica se está dando de forma diferenciada, mientras que China y la Zona Euro muestran señales de expansión, Estados Unidos y las economías emergentes aún no muestran ese dinamismo. De acuerdo a las estimaciones del MEF, el PBI mundial caerá 4,3% en el 2020, y se recuperará a una tasa de 5,3% en el 2021.
 
Respecto a los precios de los metales industriales, basados en los datos de Bloomberg, señalaron que dichos precios se están recuperando y han llegado en agosto de 2020 a niveles promedio del año 2019. El MEF estima que los precios de exportación este año se reducirán en 2,8% y que aumentarán en 3,8% el 2021.
 
Economía local
La proyección de crecimiento para el 2020 es de -12%. Según el MEF, esto es explicado por una caída de 17,4% durante el primer semestre del año (debido a las medidas de contención para enfrentar la pandemia) y una recuperación del PBI el segundo semestre del año, el cual registrará una tasa de -7%. Esta recuperación se explicaría por la reanudación de las actividades económicas, el impulso fiscal, y la recuperación de la demanda externa. Respecto a los sectores económicos, se estima que los sectores no primarios caerán 13,7%, mientras que los sectores primarios caerían en 5,6%.
 
Para el 2021, el MEF estima un crecimiento de 10%, lo cual estaría explicado principalmente por un mayor gasto privado. Se prevé que el consumo crezca en 6,5% en el 2021 debido a la reactivación del círculo virtuoso (inversión-empleo-consumo), la recuperación de las expectativas de los agentes económicos, y las condiciones financieras favorables. Asimismo, se espera que la inversión privada crezca en 22% el 2021 por el reinicio de proyectos principalmente de infraestructura e inmobiliario.
 
Para el 2022, se estima que el Perú retornará a los niveles pre-COVID-19, y recuperaría su ventaja regional en los próximos años.
 
De acuerdo con el MEF existen 3 elementos que son clave en la recuperación de la economía peruana:
 
1. El impulso de la demanda a través del Plan Económico frente al Covid-19 de 20% del PBI (medidas tributarias, medidas de gasto y medidas de liquidez).
2. El impulso al stock de capital mediante los 52 proyectos del Plan Nacional de Infraestructura (99 mil millones de soles), los 22 proyectos de la Cartera APP (6 mil millones de dólares) y los 41 proyectos de la Cartera Minera (49 mil millones de dólares).
3. El impulso al Plan Nacional de Competitividad y Productividad (PNCP) y a las 10 mesas ejecutivas entre el sector público y privado.
Finanzas Públicas
 
El MEF estima que el déficit fiscal será de 10,7% y 6,2% del PBI, para los años 2020 y 2021 respectivamente, lo cual es explicado por la suspensión de la aplicación de las reglas fiscales para ambos años, y la implementación del Plan Económico frente al COVID-19.
 
Se espera que a partir del 2022 en adelante se establezca una nueva convergencia fiscal a través de un proceso de consolidación de las finanzas públicas de manera que permita recuperar el espacio fiscal. Se planea a mediano plazo incrementar los ingresos fiscales en al menos 1,5% del PBI, mediante la reducción de los altos niveles de evasión (8% del PBI) y de los altos niveles de informalidad (70% de la PEA); así como mejorar la eficiencia del gasto público.
 
Factores de riesgo
Dentro de los factores externos de riesgo con alto impacto para la economía se encuentran el retraso de la solución médica y distribución de la vacuna, así como el deterioro de las condiciones financieras globales. Con un impacto medio se encuentran los nuevos rebrotes del Covid-19, y la escalada de las tensiones entre Estados Unidos y China.
 
Por otro lado, los factores internos de riesgo con alto impacto son los nuevos rebrotes que obliguen a una cuarentena generalizada, o un menor dinamismo del consumo de las familias por temor al contagio y mayor pérdida de empleos, y los conflictos sociales en los sectores primarios, sin embargo, su probabilidad de ocurrencia de dichos factores es media. Los factores políticos, como la incertidumbre al periodo electoral y las medidas que generan rigidez en el gasto público, tendrían un impacto medio.
 
Balance
La depresión económica que enfrenta el país debido a la pandemia, difícilmente permitirá un crecimiento económico de 10% en el 2021. El dinamismo del consumo, que es un factor de alto impacto, solo podrá reactivarse a través de los ingresos, y como sabemos, solo en Lima Metropolitana, el desempleo ha aumentado en más de 50%. Los grandes proyectos de infraestructura también tardarán en implementarse, por lo que su impacto podrá sentirse en el mejor de los casos a partir del 2022.
 
Dos de los tres instrumentos del gobierno que son clave para la recuperación económica en el mediano plazo siguen siendo los mismos instrumentos impulsados antes de la pandemia: el Plan Nacional de Infraestructura y el Plan Nacional de Competitividad y Productividad. Se puede revisar un balance realizado en su oportunidad por nuestro Despacho[1].
 
El otro instrumento de reactivación es el Plan Económico para enfrentar el COVID-19, que según el MEF asciende al 20% del PBI, pero como hemos mencionado antes[2], más de la mitad de estos recursos no forman parte del estímulo fiscal, pues se ha financiado a partir de las reservas internacionales o representan los aportes y ahorros de los trabajadores.
 
La presentación de los ministros al Congreso ha seguido esos lineamientos, y han recibido la confianza en la exposición más moderada del actual Premier. En este número de Perspectivas, se hace un balance de diferentes ejes de la agenda de desarrollo pendientes, y propuestas de organismos internacionales para enfrentar la pandemia.
 
Más allá de las escaramuzas entre Ejecutivo y Congreso, el debate de fondo es sobre el continuismo o no del modelo en curso. Alguna iniciativas legislativas cuestionan el mismo, pero el rumbo a tomar recién podrá ser definido en las elecciones del próximo abril. Esto en medio de la dolorosa y dramática situación generada por la emergencia sanitaria, que ha desbordado la capacidad de gestión del gobierno por lo que debemos aportar desde donde podamos, para superar la crítica situación.
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