La tendencia se mantendrá hasta finales del 2020, luego de un crecimiento continuo de 5 años.
Las remesas de los peruanos residentes en el exterior reportaron un valor total de US$ 1. 269 millones en el primer semestre del presente año, monto que significa una caída del 22,4% respecto al mismo periodo del año pasado, es decir US$ 366 millones menos por efecto de la crisis económica generada por la pandemia del COVID-19.
Así lo señaló el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (Iedep) de la Cámara de Comercio de Lima, el cual, siguiendo datos oficiales, informó que en el segundo trimestre de este año el nivel de remesas tocó fondo con un retroceso de 33,5%, guardando relación con el pésimo desempeño económico de países como los EE. UU., Argentina, España e Italia donde residen alrededor del 31%, 15%, 14% y 10% de los peruanos del exterior, respectivamente.
El IEDEP prevé que será difícil remontar la caída en la segunda mitad de 2020. Incluso en un escenario moderado, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que las remesas hacia Perú caerían 28% este año, la primera contracción luego de un crecimiento sostenido de cinco años. No obstante, el IEDEP considera que para el 2021 las remesas aumentarían en línea con el rebote de la actividad económica mundial.
En el 2019, las remesas alcanzaron los US$3.326 millones, transferidos a cerca de 936.000 hogares peruanos. Cabe resaltar que la tasa de crecimiento de estos flujos fue en promedio de 4,8% en los últimos cinco años.
Por su parte, el Banco Mundial según su estudio Crisis de la COVID-19 a través del Lente de la Migración, estima para América Latina una caída de 19,3% de las remesas para este año, incluso superando al retroceso de 12,3% producido en la crisis financiera internacional.
Las remesas siempre han funcionado como alternativa para enfrentar periodos de crisis en el país de origen del trabajador, pero en esta pandemia, por sus consecuencias globales, hace difícil poder emplearlas del mismo modo.
Este nivel de incertidumbre impacta en el nivel de gasto de las familias, quienes disponen de menores recursos para gastos prioritarios como educación, salud y nutrición, entre otros. Por tanto, la salud macroeconómica de muchos países es afectada por el menor flujo de remesas. El caso más extremo es Haití cuya proporción respecto del PBI es 37,1%. Para Perú, representó el 1,4% del PBI en el 2019.
En tanto, el BID concluye que, en su escenario moderado, las remesas en los países de la Alianza del Pacífico en el 2020 caerían en todos los países miembros, siendo México -además de Perú- el que registrará otro de los mayores retrocesos (-21,5%), seguido de Colombia (-15,5%) y Chile (-15,1%).
En el caso de Perú con cifras al 2020, alrededor del 10% de la población reside en el extranjero, los que remesaron en los dos primeros trimestres del año US$ 710 millones y US$ 559 millones, respectivamente.