Alan Fairlie Reinoso
La Recomendación N.° 204 “Sobre la Transición de la economía informal a la economía formal” adoptada en el año 2015 por la Organización Internacional del Trabajo - OIT significó un gran avance en el reconocimiento de la problemática de los trabajadores informales en cuanto a los déficits de trabajo decente que afrontan cerca de 2,5 millones de personas en el mundo, casi la mitad de la mano de obra mundial.
En ese sentido, y con el fin de aportar a la necesidad de la organización de los trabajadores informales que les permita tener mejores niveles de representación y negociación, la OIT publicó un documento denominado “Organizar en sindicatos a los trabajadores de la economía informal”[1]. En el cual se afrontan las dificultades tanto externas como internas para la organización sindical de los trabajadores de la economía informal y su integración en las estructuras del movimiento sindical que tradicionalmente han sido constituidas para los trabajadores formales. Asimismo, se indica que la falta de conocimiento de cómo opera la economía informal genera dificultades para su incorporación en los sindicatos.
Al respecto, la Directora de la Oficina de Actividades para los trabajadores de la OIT señaló que “Deberíamos aprovechar la Recomendación núm. 204 para fortalecer eficazmente el papel de los sindicatos y garantizar a la vez que el bienestar de los trabajadores de la economía informal mejora gracias a un diálogo social eficaz y verdadero”[2]. De esta manera, la organización sindical de los trabajadores de la economía informal podría generar la renovación del movimiento sindical, la extensión de la negociación colectiva, potenciar y fortalecer la voz y representación de los sindicatos y su influencia en las políticas sociales y económicas.
La organización de los trabajadores de la economía informal
El documento de la OIT establece seis directrices para la organización de los trabajadores de la economía informal: 1) A quién organizar en sindicatos; 2) Cómo organizar en sindicatos a personas o asociaciones; 3) Estatutos y representación; 4) Recaudación y estructura de cuotas; 5) Servicios y beneficios que se ofrecen a los trabajadores y operarios informales; y 6) Cómo garantizar una cultura y tradición democráticas en las asociaciones de la economía informal.
Si bien la incorporación de los trabajadores de la economía informal puede generar diversos conflictos con los trabajadores formales, los sindicatos deben de debatir sobre a quienes organizar sindicalmente planteando como evitar y contener conflictos internos. En el caso de los antiguos trabajadores de la economía formal, que se volvieron informales, constituyen un grupo de fácil acceso debido a su conocimiento previo de los beneficios de pertenecer a un sindicato.
Por otra parte, la organización de los trabajadores individuales de la economía informal es considerada una tarea más difícil y lenta que la incorporación de las asociaciones de la economía informal. Para ello, los sindicatos deben de tener en cuenta los niveles de representación, la oferta de servicios y beneficios, las cotizaciones, entre otros. Todo lo cual debe previamente adecuarse en sus Estatutos para incorporar a los trabajadores de la economía informal. En algunos países, se permite la menor recaudación por parte de los trabajadores de la economía informal debido a que los sindicatos logran un mayor número de afiliados y una mayor influencia política.
Para aportar en este esfuerzo realizado por la OIT, desde mi despacho presenté y fue aprobado en el Parlamento Andino la Recomendación N.° 338 “Exhortar a los Países Andinos a impulsar la transición de la economía informal a la economía formal”. Como parte del cumplimiento de la Recomendación N.° 204 de la OIT, que en su capítulo VII “Libertad de asociación y libertad sindical, diálogo social y papel de las organizaciones de empleadores y trabajadores”, indica que se deben generar entornos propicios para que empleadores y trabajadores ejerzan su derecho de organización y negociación colectiva, es necesario reforzar la necesidad de la organización sindical. Más aún en el contexto de crisis que nos encontramos donde los trabajadores de la economía informal han sido los más golpeados y no han tenido espacios de representación donde ejerzan su opinión ante las políticas implementadas por el gobierno. Esto nos refuerza a seguir promoviendo la Recomendación N° 204 en todos sus niveles.
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[2] OIT. (2020) Organizar en sindicatos a los trabajadores de la economía informal. p.12