La motivación del equipo será el mayor capital con el que cuentan las empresas al momento de reiniciar sus actividades. Durante el proceso será necesario armar un plan estratégico que permita hacerle seguimiento a lo planteado, que permita detectar las desviaciones y poder aplicar los correctivos necesarios.
Trust Corporate, consultora en temas financieros, legales, contables y organizacionales, considera que frente a la reactivación económica el control en el gasto, la solidaridad humana, la visión hacia la oferta, la demanda en línea, la conciencia de trabajo en equipo y el apoyo en el talento humano serán los elementos fundamentales al momento de dar los primeros pasos.
Pese a que las medidas de aislamiento preventivo implementadas por los gobiernos y las autoridades locales han servido para evitar la propagación masiva del virus, también afectaron la actividad comercial y productiva de las diferentes economías del mundo. Para finales de 2020, se espera que la actividad económica mundial se contraiga un 6%, aunque incluso las predicciones más críticas especulan que si se presenta una segunda ola general de aislamiento preventivo esta cifra esté por encima del 7.6%. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las economías de las 37 naciones desarrolladas que integran la organización cayeron un 9.8% durante abril, mayo y junio debido al impacto del Covid-19. El organismo incluso considera que la economía mundial no volverá a los niveles previos a la pandemia hasta dentro de dos años.
Ante la incertidumbre y los retos que tienen los comercios y las personas frente a la reactivación económica, James Hernández, presidente y cofundador de Trust Corporate sostiene que “Lo más importante frente a este tipo de momentos es la motivación que podamos dar a nuestros colaboradores, ya que debemos entender que ellos también vienen afectados emocionalmente por todo lo que ha pasado a raíz del coronavirus. Su actitud marcará la pauta para la proactividad y pasión que ellos impregnan de cara a la oferta de los productos y servicios a los potenciales clientes”.
Para Trust Corporate, ante este panorama se recomienda a las empresas sin importar su tamaño, sector o situación financiera tener en cuenta para ser efectivo durante la reactivación financiera las siguientes seis recomendaciones:
- Horarios y días: Frente a las diferentes medidas de apertura post-pandemia que han establecido las autoridades lo primero que se debe evaluar es la forma como se pueden abrir los comercios, tiendas, almacenes y fábricas y así crear un plan de trabajo que nos permita ir escalando nuestra producción según vaya ampliándose la demanda.
- Ofertas y promociones: Es importante evaluar la capacidad que se tenga para soportar dar promociones y hacer estrategias que atraigan a los compradores, ya que ellos también han sido afectados económicamente por la pandemia y es muy posible que sean más cuidadosos al momento del gasto.
- Ser agresivo: Cuidando los costos de la empresa, este momento es adecuado para ser agresivos en la estrategia del negocio y buscar la manera de atraer al mayor número de personas con el mejor margen de ganancia posible. Emprendedores, empresarios y comerciantes están llamados a hacer sacrificios para sobrevivir a esta crisis económica que se ha generado y que afectará de manera importante el consumo.
- Resultados inmediatos: Ante la incertidumbre de nuevos confinamientos producto de las posibles escaladas en número de contagios, naturales por las reaperturas, será necesario enfocarnos en construir estrategias con resultados inmediatos de manera que podamos aprovechar al máximo nuestros momentos de apertura comercial, productiva y de atención al público.
- Apuesta digital: A mediano plazo será clave enfocarse en las bondades del negocio en el comercio electrónico y la presencia en redes sociales y que así permitan la manera más efectiva de llegar a más personas en menor tiempo y con el menor costo posible.
- No olvidar el comercio físico: Es una buena opción porque permite desarrollar experiencias de cara a los potenciales clientes, que en definitiva, junto a la ofertas y promociones, serán lo que enganche y fidelice a las personas con la marca, los productos y los servicios que se ofrece.
“Para construir una estrategia comercial efectiva debemos considerar los resultados que esperamos en diferentes momentos, es decir, qué necesitamos a corto plazo, qué debemos hacer para ello y qué estamos dispuestos a sacrificar para obtenerlo. Luego establecer cómo estamos preparados para el comercio en línea o a través de las redes, las diferentes opciones que tenemos de que nuestro producto pueda ser ofertado por estas vías y los costes que ello implicaría. Finalmente armar un plan estratégico que permita hacerle seguimiento a todo lo que nos hemos planteado, permitiendo detectar desviaciones que son naturales y poder aplicar los correctivos necesarios o hacer las debidas reorientaciones”, concluye James Hernández.