Industria nacional y mundial requiere que esa fruta tenga más de 15 grados brix (dulzor), algo que se había perdido en los últimos años tras el ingreso de variedades procedentes de Colombia y Brasil. Despachos en el 2021 ascendieron a US$ 48 millones, 8% más que en el 2020 y para este año se espera un comportamiento positivo.

El trabajo público-privado para lograr la semilla ‘élite’ de la maracuyá, demandada por la industria nacional y mundial de jugos, pulpas y concentrados, está bien encaminado, no solo permitirá desarrollar las competencias y capacidades productivas y empresariales con responsabilidad social y ambiental, también promoverá el valor agregado de esa fruta, manifestó el presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Julio Pérez Alván.ue durante el lanzamiento del III Congreso Internacional de Maracuyá, realizado en el marco de la ceremonia por el 44.° Aniversario del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), que contó con la presencia de su presidente, Jorge Juan Ganoza Roncal, y del jefe del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), Miguel Quevedo Valle.

 

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Antes de 2017, los pequeños productores peruanos de este cultivo desarrollado por la agricultura familiar, empezaron a usar semillas de Colombia y Brasil y cosecharon maracuyá con menor grado brix (dulzor), afectando su precio y productividad que pasó de 30 toneladas por hectárea, en promedio, a solo 20.

Pérez resaltó la alianza pública-privada para mejorar las características de la también llamada ‘fruta de la pasión’, y detalló que ADEX e INIA impulsan el Proyecto de Fortalecimiento de la Cadena Productiva de la Maracuyá, el cual, precisamente, permitirá recuperar una semilla acorde a las necesidades de la industria (frutos con más de 15 grados brix —dulzor—, color amarillo intenso y pulpa superior a los 85 gramos).

“Esta iniciativa se podrá concretar gracias a su inclusión en el Proyecto de Inversión Pública de Frutales, aprobada por el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) y el INIA y se presenta muy promisorio pues en los últimos 2 años, y a pesar de la pandemia, tuvo grandes avances”, comentó.

En el III Congreso Internacional de Maracuyá, a realizarse el 23 y 24 de agosto en el hotel Costa del Sol en Trujillo, se desarrollará un ciclo de conferencias técnicas especializadas sobre el manejo del cultivo, se presentarán los avances del proyecto y las oportunidades comerciales, y se promoverá su siembra.  

Contará con la participación de ponentes nacionales e internacionales de Brasil y Colombia, con un amplio conocimiento en mejoramiento genético y manejo agronómico; y de Rusia y otros países, quienes detallarán las oportunidades para la maracuyá convencional y orgánica en Perú y el mundo.

De la misma forma, y a fin de formar promotores agrarios y expertos en el manejo de esta fruta en el territorio nacional, se llevará a cabo el II Curso Internacional de Maracuyá, el cual está dirigido a especialistas del INIA y del sector privado quienes participan en el Proyecto de Fortalecimiento de la Cadena Productiva de la Maracuyá. Se les capacitará en temas de manejo integrado del cultivo y técnicas de propagación.

Respecto a las exportaciones, refirió que este alimento está en el primer puesto de las frutas exportadas en las presentaciones de jugos, pulpas y concentrados, llegando a sumar en el 2021 más de US$ 48 millones, reflejando un crecimiento de más del 8% en relación al 2020. Al cierre de este año se espera superar esas cifras, ya que a abril el crecimiento fue de 21.5%.

 

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Inicios

En el 2017 no solo se identificó el bajo dulzor como un problema que afectaba la competitividad de la cadena de esa fruta, sino también la falta de un correcto manejo de cosecha y post cosecha en el cultivo.

Ante esta necesidad, INIA creó el Programa Nacional de Innovación Agraria (PNIA), y en un trabajo conjunto con la Mesa de Frutas para la Industria de la ADEX, iniciaron en el 2018 el Proyecto de Fortalecimiento de la Cadena Productiva de Maracuyá con los objetivos de mejorar su calidad y rendimiento, la tecnificación de operaciones de pequeños productores y un aumento en la competitividad de las empresas exportadoras de sus derivados en el exterior.

Al día de hoy, este proyecto dio como resultado la tecnificación en maracuyá de 45 especialistas del sector público y la capacitación in situ de más de 330 productores en el correcto manejo de plagas y buenas prácticas agrícolas.