El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) informó hoy que, durante la temporada de avistamiento de ballenas, las playas del norte del Perú (Piura y Tumbes) se beneficiarían con la llegada de 11 mil turistas nacionales y extranjeros, logrando un impacto económico de S/ 18 millones.
Así lo destacó la viceministra de Turismo, Madeleine Burns, quien señaló que esta actividad permitirá continuar impulsando el turismo en el norte del país, con un interesante impacto en las economías locales. Para ello, se trasladó hoy a Piura para el inicio de la temporada que durará hasta fines de octubre.
“El avistamiento de cetáceos es una actividad turística de crecimiento constante que atrae a observadores a nivel mundial. Es una de las experiencias más impactantes e inolvidables de la vida. El Perú invita a todos los peruanos y extranjeros no perderse este espectáculo natural, único en la vida ”, señaló la funcionaria del Mincetur.
Como se recuerda, las regiones de Piura y Tumbes son los mejores destinos turísticos para apreciar el tránsito de los gigantes cetáceos. Principalmente en las playas El Ñuro, Máncora, Cabo Blanco, Los Órganos y Punta Sal. Al mismo tiempo del avistamiento de ballenas, los visitantes pueden divisar también lobos marinos, delfines y tortugas marinas que se acercan a las embarcaciones.
Es importante mencionar que alrededor del 66,8% de los personas que observan esta actividad lo realizan por primera vez. Entre las más de 30 especies de ballenas que existen en el mundo, en las playas de Piura y Tumbes destaca la ballena jorobada.
DETALLES DEL ESTUDIO
Según la Dirección General de Investigación y Estudios sobre Turismo y Artesanía (DGIETA) del Viceministerio de Turismo, se prevé que del total de observadores que arribarían a las Playas del Norte, el 89,4% serían nacionales y 10,6% extranjeros. Los visitantes internacionales llegarían principalmente de Chile (22,0%) y España (18,3%). En el caso de los nacionales serían de Lima y Callao (57%), La Libertad (5,7%) y el en Lambayeque (4,7%).
El observador de ballenas efectuaría un gasto promedio por persona de S/ 900 y una estadía de 4 noches. Cabe resaltar que el 4,5%, estaría representado por los excursionistas (visitantes del día).
En el caso de los observadores nacionales el 37,5% realizaría este viaje en pareja, el 30,3% en grupo familiar directo, el 23,5% viajaría sólo, el 5,8% con amigos o parientes sin niños y un 2,9% con amigos o parientes con niños. El motivo principal de viaje sería vacaciones, recreación u ocio (65,5%) y visita a familiares/amigos (29,3%).
Respecto al observador extranjero el 41,5% realizaría este viaje con su pareja, el 28,3% solo, el 18,2% en grupo familiar directo, el 11,6% con amigos o parientes sin niños y el 0,4% con amigos o parientes con niños. El motivo principal de viaje sería por vacaciones, recreación u ocio (79,1%) y visita a familiares / amigos (15,9%).
Asimismo, el 90,2% viajaría por cuenta propia, un 6,8% compraría un paquete turístico en su lugar de residencia y un 3,0% en una agencia en el lugar visitado.
El promedio de edad de los observadores sería de 36 años, estaría conformado mayormente por mujeres (58,7%) y su nivel de educación sería predominantemente el superior (91,8%).
Durante el viaje, el 38,0% tendría como destino principal Máncora, seguido de El Ñuro (17,8%), Los Órganos (12,4%), entre otros lugares.
Además, el 82,6% se alojarían en hoteles, el 4,5% en casa o departamento alquilado, el 3,8% en vivienda de familiares o amigos, el 2,3% en bungalow y en hostales.
Finalmente, respecto al medio de transporte, el auto propio del hogar sería el medio de transporte más utilizado (70.6%), siendo el uso de este medio mucho mayor en el caso de los que viajarían en grupo familiar directo (padres e hijos). El bus interprovincial sería el segundo medio de mayor uso (18.6%), ligeramente más utilizado por aquellos que viajarían solo.
En el mundo, alrededor de 13 millones de personas de 119 países se trasladan para realizar el avistamiento de ballenas, generando un impacto económico global de US$ 2,1 billones. Sólo en América Latina alrededor de 886 mil personas realizan esta actividad, generando un impacto económico de US$ 278 millones. Actualmente, Argentina posee la mayor cantidad de observadores de ballenas, 244 mil al año, seguida por Brasil (228 mil), México (170 mil), Costa Rica (106 mil) y Ecuador (43 mil).