Humberto Campodónico
Pluspetrol acaba de anunciar que las reservas de gas en Camisea han aumentado 23%, pasando de 11.2 a 13.4 billones de pies cúbicos (bpc). Así, las reservas del Lote 88 sumarían 10.4 bpc y las del Lote 56 serían 3.0 bpc. Por tanto, "estaría solucionado el problema de la falta de garantía para el abastecimiento de gas natural al mercado local y se disiparían las críticas sobre su exportación".
Inmediatamente, el Ministerio de Energía y Minas (MEM) ha colgado en su portal internet un Informe sobre las Reservas y consumo de gas dando por cierto el anuncio de Pluspetrol y, además, con nuevas estimaciones sobre la demanda para el periodo 2008-2027. Afirman que con las nuevas reservas está cubierto el mercado interno para los próximos 20 años y que "habría un sobrante de 3.1 bpc". Recordemos que el "sobrante", antes del anuncio sobre el aumento de las reservas era de solo un (1) bpc.
Aquí hay que destacar varias cosas. Primero, que en julio del 2005 Pluspetrol presentó al MEM un estudio, también sobre el aumento de las reservas, las que llegaban a 13.58 bpc (10.4 para el Lote 88 y 3.14 bpc para el Lote 56).
En esa fecha, el MEM no aceptó el estudio de Pluspetrol. Tres meses después, en octubre del 2005, dijo: "de acuerdo a definiciones aprobadas por la Sociedad de Ingenieros de Petróleo y el Congreso Mundial de Petróleo de 1997, no se consideraron ciertas presunciones de Pluspetrol para la recategorización de reservas a la categoría de reservas probadas (…) Básicamente, las diferencias con Pluspetrol se deben a la clasificación de reservas" (Informe de Reservas de los Lotes 88 y 56, Oficio 743-2006 enviado por el ministro Glodomiro Sánchez al congresista Javier Diez Canseco). Añade el MEM que "estos cálculos fueron revisados por dos consultores canadienses".
Hoy el MEM no solo ha avalado de inmediato a Pluspetrol sin la certificación de una calificadora internacional que verifique ese volumen adicional. En su nuevo Informe sobre el consumo de gas natural al 2027, utiliza el escenario hidro/térmico (www.minem.gob.pe), cuando antes utilizaba el escenario térmico. La diferencia es que el primero toma en cuenta la construcción de nuevas centrales hidroeléctricas, mientras que el segundo no lo hace pues considera que la mayoría de nuevas centrales serán térmicas, es decir que usarán gas natural.
Lógicamente, la demanda de gas natural al 2027 en el escenario hidro/térmico es menor que la del escenario térmico. Además, el MEM le ha pedido al Banco Mundial que efectúe un estudio que incentive la construcción de nuevas centrales hidroeléctricas, ya que estas han disminuido desde que llegó a la costa el gas de Camisea.
Esto nos dice que el gobierno y el MEM están preocupados por las críticas a la exportación de gas por Perú LNG por un total de 4.2 bpc, ya que eso nos deja con poquísimas reservas para atender el mercado interno, como lo han resaltado numerosos analistas y el Colegio de Ingenieros del Perú. Por eso la rápida aceptación del MEM de las nuevas reservas de Pluspetrol, el cambio de los escenarios y el pedido de estudio al Banco Mundial para la construcción de hidroeléctricas.
La cuestión es que no hay un Plan Nacional de Energía, enmarcado en un Plan Nacional de Desarrollo que debería elaborar el Centro de Planeamiento Estratégico (CEPLAN, que tampoco existe). Allí tendría que establecerse, con claridad, cuál es la matriz energética de largo plazo que el Perú requiere. Pero no, el MEM va al tun tun, validando reservas y cambiando escenarios, con el único objetivo de justificar la exportación.
Para terminar: las nuevas reservas anunciadas por Pluspetrol pueden existir. Pero eso no cambia el hecho de que Camisea debe atender, primordialmente, el mercado interno y la industria petroquímica, pues proviene de dos circunstancias excepcionales (las inversiones perdidas por Shell, ver www.cristaldemira.com, 22/12/2007). El gas para la exportación debiera ser aquel que Repsol y Petrobrás podrían encontrar en los lotes aledaños a Camisea, pero no del Lote 88 y el Lote 56.