En su último programa de la semana, que se transmite por Canal N, Jimena de la Quintana trató de acorralar a Juan Incháustegui, ex ministro de Energía y Minas, tratando de manipular la entrevista para imponer su punto de vista acerca del gas.
Se tocaba el asunto de la exportación y la inconveniencia para el Perú de esta vender el gas al exterior, materia que fue aprovechada por Jimena de la Quintana para tratar de cortar a todos los países con el mismo molde, es decir, trató de imponer su parecer de que da lo mismo exportar a México, Chile o cualquier otro país.
Juan Incháustegui respondió muy bien al intento de manipular de la conductora, que se empecinaba en hacer prevalecer su punto de vista, pues dejó bien en claro que de ninguna manera da lo mismo exportar a Chile que a cualquier otro país. Incháustegui explicó que el gobierno chileno ya intentó establecer el anillo energético para abastecerse de gas desde sus países vecinos, donde por ninguna circunstancia se disminuya el flujo del gas y que ante cualquier eventualidad (es decir un corte o suspensión) Chile puede recurrir al empleo de la fuerza, como reza su conocido lema “por la razón o por la fuerza”.
Resulta reconfortante que, pese a los intentos de la prensa prochilena de convencer a la opinión pública de la venta del gas a Chile, los políticos de las distintas agrupaciones políticas tengan cada día más conciencia de lo que es un recurso estratégico. No se trata sólo de un sencillo asunto económico, sino de nuestra seguridad No se puede de ninguna manera vender gas a Chile, país delincuente que gasta cada vez más en armas y que puede emplear cualquier pretexto en el abastecimiento del gas para iniciar una guerra de rapiña contra el Perú, como lo hizo al codiciar el salitre en 1879.