Audacia para el despojo
Por Humberto Campodónico
El 14 de febrero Repsol de España anunció que había cerrado un trato con la empresa estatal de Corea del Sur, Korea Gas Corporation (Kogas). Dijo Antonio Brufau, presidente de Repsol, que este contrato permitirá a Repsol entrar por primera vez al mercado asiático vendiendo 1.9 millones de metros cúbicos, los que serán entregados en sucesivos embarques en los próximos 15 meses.
Por Humberto Campodónico
El 14 de febrero Repsol de España anunció que había cerrado un trato con la empresa estatal de Corea del Sur, Korea Gas Corporation (Kogas). Dijo Antonio Brufau, presidente de Repsol, que este contrato permitirá a Repsol entrar por primera vez al mercado asiático vendiendo 1.9 millones de metros cúbicos, los que serán entregados en sucesivos embarques en los próximos 15 meses.
¿Repsol está vendiendo gas español? No. Está vendiendo el gas de Camisea. Y la cantidad no es bicoca porque esos 1.9 millones de metros cúbicos equivalen a 0.665 billones de pies cúbicos (TCF, en inglés). Si dividimos esta cantidad entre 455 días (15 meses), Repsol venderá 150 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd) al país asiático. Dice Repsol que eso equivale al consumo de un millón de hogares durante un año.
Esta venta a Kogas forma parte de los 550 mmpcd que Repsol exportará durante los próximos 18 años. La mayor cantidad (el 66% del total) se venderá a la planta de Manzanillo (México), lo que comenzará en octubre. Así, Repsol exportará un total de 4.1 bpc, el 50% del total de reservas probadas de gas natural del Lote 88 y el Lote 56.
¿Qué significa esto para nosotros? Que en estos momentos la demanda nacional de gas no puede cubrirse porque, justamente, éste se exporta. Fuentes industriales han calculado que la demanda actual de 300 mmpcd se duplicaría si hubiera suficiente gas. Esto quedó demostrado en la última subasta de gas realizada hace más de un año. El cambio de la legislación que permite este delito (así lo calificó García en su mensaje del 28 de julio del 2009) se dio bajo el régimen toledista en los años 2005 y 2006. Fue allí que se permitió que el gas del Lote 88, que estaba destinado en exclusividad al mercado interno pudiera también exportarse, junto con el gas del Lote 56.
Ante las masivas protestas, el gobierno de García expidió en agosto pasado el DS-053-2010-EM, autorizando a Perupetro a renegociar el contrato del Lote 88 para que dicho gas vuelva a ser destinado exclusivamente al mercado interno. Pero nada. Ya van 7 meses, de prórroga tras prórroga en la negociación con el consorcio Camisea y la “mecida” continúa. Queda claro que el gobierno promulgó el DS para las tribunas y que el Consorcio, consciente de esa situación, arrastra los pies para que la negociación se produzca con el próximo gobierno. ¿Alguien dijo “república bananera”?
Las reservas del Lote 88 podrían satisfacer de inmediato la demanda interna faltante actual y, también, garantizar la demanda del gasoducto al sur andino, la región más pobre del Perú. Pero hoy eso no se puede hacer porque ese gas está inmovilizado ya que es la garantía de que Repsol pueda exportar los 4.1 bpc en los próximos 18 años. Ya hemos dicho antes que esta “audacia para el despojo” es inaudita. Agreguemos que la exportación a México (donde se irán las 2/3 partes) es un pésimo negocio porque allí rige el precio de los EE. UU., el más bajo del mundo. Por consiguiente, esa regalía es menor que la que se paga en el mercado interno. Eso también debería modificarse —de acuerdo al DS-030-2010 de julio pasado— pero ahí también es grande la “mecida”.
Todo esto sucede porque —según la Constitución de Fujimori de 1993 y a la Ley de Hidrocarburos de 1992, Ley 26221— los inversionistas son los “dueños del gas”, como si este recurso natural estratégico pudiera ser tratado como una mercancía más. ¿Hasta cuándo?
www.cristaldemira.com
Esta venta a Kogas forma parte de los 550 mmpcd que Repsol exportará durante los próximos 18 años. La mayor cantidad (el 66% del total) se venderá a la planta de Manzanillo (México), lo que comenzará en octubre. Así, Repsol exportará un total de 4.1 bpc, el 50% del total de reservas probadas de gas natural del Lote 88 y el Lote 56.
¿Qué significa esto para nosotros? Que en estos momentos la demanda nacional de gas no puede cubrirse porque, justamente, éste se exporta. Fuentes industriales han calculado que la demanda actual de 300 mmpcd se duplicaría si hubiera suficiente gas. Esto quedó demostrado en la última subasta de gas realizada hace más de un año. El cambio de la legislación que permite este delito (así lo calificó García en su mensaje del 28 de julio del 2009) se dio bajo el régimen toledista en los años 2005 y 2006. Fue allí que se permitió que el gas del Lote 88, que estaba destinado en exclusividad al mercado interno pudiera también exportarse, junto con el gas del Lote 56.
Ante las masivas protestas, el gobierno de García expidió en agosto pasado el DS-053-2010-EM, autorizando a Perupetro a renegociar el contrato del Lote 88 para que dicho gas vuelva a ser destinado exclusivamente al mercado interno. Pero nada. Ya van 7 meses, de prórroga tras prórroga en la negociación con el consorcio Camisea y la “mecida” continúa. Queda claro que el gobierno promulgó el DS para las tribunas y que el Consorcio, consciente de esa situación, arrastra los pies para que la negociación se produzca con el próximo gobierno. ¿Alguien dijo “república bananera”?
Las reservas del Lote 88 podrían satisfacer de inmediato la demanda interna faltante actual y, también, garantizar la demanda del gasoducto al sur andino, la región más pobre del Perú. Pero hoy eso no se puede hacer porque ese gas está inmovilizado ya que es la garantía de que Repsol pueda exportar los 4.1 bpc en los próximos 18 años. Ya hemos dicho antes que esta “audacia para el despojo” es inaudita. Agreguemos que la exportación a México (donde se irán las 2/3 partes) es un pésimo negocio porque allí rige el precio de los EE. UU., el más bajo del mundo. Por consiguiente, esa regalía es menor que la que se paga en el mercado interno. Eso también debería modificarse —de acuerdo al DS-030-2010 de julio pasado— pero ahí también es grande la “mecida”.
Todo esto sucede porque —según la Constitución de Fujimori de 1993 y a la Ley de Hidrocarburos de 1992, Ley 26221— los inversionistas son los “dueños del gas”, como si este recurso natural estratégico pudiera ser tratado como una mercancía más. ¿Hasta cuándo?
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