Respecto de la idea de "desnuclearización" que lanzó Alan García, el Dr. Montoya expresa que el presidente del Perú sólo menciona ciencia como parte de la palabra "eficiencia"; y añade que en vez de fomentarse el desarrollo de la ciencia se está profundizando nuestra condición de país exportador de materias primas. El científico nuclear peruano dice que el reactor de Huarangal no es un peligro para los peruanos. Sostiene que, en el fondo, todos somos radiactividad, y que el petróleo causa más daño al mundo que la energía nuclear (ver Desnuclearizar el Perú, la más reciente locura de Alan García) .(El Comercio)
Milagros Leiva Galvez
Habla despacio, con ese tono científico que lo caracteriza y no se alarma ante lo desconocido. Aclara los riesgos de Fukushima.
La gente está muy asustada con la palabra radiación.
En este momento, muchos seres humanos están muriendo por culpa de la
radiación, otros están mutando y todos nos estamos alimentando. Recuerde
que la radiación tiene varias facetas.
Definamos la radiación…
La radiación es una ráfaga de balas ultramicroscópicas y su talla es una
milésima de una millonésima de millonésima de un metro. Esa ráfaga
existe en todas partes. La radiación solar, por ejemplo, sintetiza en la
piel la vitamina D, pero también mata células. La mejor manera de verlo
es cuando uno va a la playa y se quema.
Entonces usted no va a la playa.
Ni hablar… y cuando salgo a la calle, siempre me pongo mi sombrero o
gorrito, para protegerme. El sol da vida, pero también muerte.
¿Es verdad que el daño de la radiación se origina en los genes y que un rayo puede romper las cadenas del ADN?
Por supuesto. La mutación es una ruptura en el ADN, este luego se
recompone y cuando eso sucede, el hijo no sale como los padres sino
diferente, un mutante. Estamos hablando de la radiación cósmica. La vida
comenzó hace tres mil millones de años con microorganismos y gracias a
la radiación cósmica y a la mutación somos lo que somos.
Pero hay radiación que proviene de otras sustancias radiactivas. El uranio por ejemplo…
No vayas tan rápido, piensa en el carbono 14. Está en las manzanas, en
todos los alimentos. Cuando comemos, entra el carbono 14 y este es
radiactivo; cuando morimos, dejamos de respirar el carbono que está en
el aire y, por eso, cuando miden cuánto carbono 14 nos queda, calculan
hace cuánto vivimos.
¿Entonces constantemente nos irradiamos internamente?
Exacto. Cuando comemos pescado también comemos potasio 40, en realidad
existe una serie de sustancias radiactivas que ingresan al cuerpo. Quien
duerme en una habitación con paredes de concreto respira un gas
radiactivo que se llama radón y este también ingresa. Por todo esto, o
se tiene un hijo mutante o se tiene cáncer.
¿El mutante es siempre negativo?
Noooooooo, pueden ser más bellos o inteligentes; otros, claro, nacen sin
ojos, sin nariz. Pero hay mutantes positivos, personas muy inteligentes
o que corren muy rápido. A un mutante se lo reconoce porque es muy
diferente del resto.
¿Lionel Messi es un mutante?
Puede ser, tiene habilidades especiales en el fútbol. Einstein y Beethoven también pudieron serlo.
¿Usted es un mutante?
Nooooo, ja, ja, ja. Yo soy absolutamente normal y encima modesto. Hay
que tomar en cuenta que a veces el ser humano se irradia voluntariamente
para obtener un beneficio. Por ejemplo la radiografía, uno se irradia
para detectar enfermedades tempranas, pero uno corre riesgos porque o
las células mueren o tienes un hijo mutante o desarrollas un cáncer. Es
al azar.
La radiactividad artificial se usa mucho en medicina…
Programada y producida por el hombre, esta radiactividad tiene
beneficios. Si tiene problemas con la tiroides, te inyectan yodo
radiactivo, para ver si tienes híper o hipotiroidismo, esta sustancia
radiactiva es producida en un reactor nuclear. Otras radiaciones son más
intensas, por ejemplo el cobalto 60. Se le llama bomba de cobalto y
sirve para irradiar tumores cancerígenos.
El problema es que la palabra nuclear nos recuerda inmediatamente a Hiroshima.
Claro, fue una tragedia y se tienen datos muy concretos sobre la contaminación. Hubo 285 mil sobrevivientes. Murieron 85 mil.
500 murieron por cáncer…
Los primeros murieron por la radiación intensa de la bomba atómica,
algunos simplemente se volatilizaron, ese fue el golpe inicial. La
temperatura es tan elevada que el cuerpo se evapora. Por esa tragedia se
saben los efectos. La dosis es importante fue la primera conclusión.
Para los que están superirradiados, el primer indicio es el eritema que
brota en la piel.
¿Y qué piensa usted de la situación en Fukushima?
La gente todavía puede trabajar, están peleando por enfriar el reactor.
Quiere decir que no hay una dosis elevada porque pueden trabajar. Las
sustancias radiactivas que salen del reactor se mezclan con el aire, eso
viaja según los vientos, por eso, inmediatamente se tiene que evacuar a
veinte kilómetros a la redonda. Nadie debe recibir, aunque sea una
dosis pequeña, si no tiene beneficio. Por eso se evacúa.
Pero el pánico ya es mundial…
La gente tiene miedo porque recuerda Hiroshima, encima la prensa dice que es el apocalipsis, aquí en Lima ya tienen miedo.
¿Es imposible que suceda algo?
Es imposible. Estamos muy lejos.
Pero ya están en alerta 6.
Hay que tener en cuenta que el Organismo Internacional de Energía
Atómica señala que se está en nivel 5. Pero si la alerta fuera 6 quiere
decir que las sustancias llegarán más lejos. En Chernóbil salieron
prácticamente todas las sustancias radiactivas del núcleo. El uranio se
disparó, en Fukushima ha salido solo un pequeño porcentaje de las
sustancias del núcleo, casi todo el uranio permanece en su sitio.
¿Y qué pasa si explota?
Lo están enfriando, lo que se está evitando es que suba la presión, que
se fusione y que explote. Eso se está tratando de hacer.
Ahora nadie querrá reactores…
Ese es el problema. Una de las aplicaciones de la radiación es producir
energía eléctrica y para eso se usa el uranio, 235 en este caso.
Una duda. ¿Es verdad que el uranio es uno de los átomos más pesados de la naturaleza?
Es verdad. El más liviano es el hidrógeno, pesa 1. El más pesado es el
uranio: pesa 238. El tema es que el uranio libera una cantidad de
energía muy elevada.
¿Puede darnos un ejemplo?
Es un millón de veces más energética que una molécula de dinamita. Si
nosotros hacemos un kilo de uranio, la energía que libere será igual a
la que liberen un millón de kilos de dinamita (esa es la comparación en
el caso de una bomba atómica); para los fines pacíficos, la energía
eléctrica que da un kilo de uranio es equivalente a un montón de
millones de kilos de petróleo. Un reactor de cien megavatios nuclear usa
una camionetita de uranio y eso genera cien megavatios durante un año.
Para producir la misma cantidad de energía en esa planta tiene que
quemarse un tanque de petróleo cada hora durante un año.
¿Podríamos olvidar el petróleo?
Por eso el hombre decidió hacer reactores nucleares. Demasiada gente ha
muerto por los gases tóxicos que se producen cuando uno quema petróleo,
es una cantidad increíble de toneladas de carbono que sale al aire y ese
gas tiene compuestos. ¿Los más nocivos?, óxido de nitrógeno y óxido de
sulfuro, estos óxidos en contacto con la humedad del ambiente se
convierten en ácido sulfúrico y ácido nítrico, que son supercorrosivos.
Todos los días la gente muere por la quema del petróleo, pero la gente
no se entera.
¿Debemos escoger entre petróleo y reactores nucleares?
Eso estoy diciendo, el petróleo también mata a través de los eventos
climáticos, recuerden Katrina, Australia, las sequías; y todo por quemar
petróleo. Los ecologistas más verdes lo dicen: el reactor nuclear es
malo, pero el petróleo es peor. En la actualidad, el Perú ocupa el
séptimo lugar como país con mayores consecuencias a causa del
calentamiento global. Nuestros glaciares han desaparecido. Si no dejamos
de quemar petróleo, la humanidad estará al borde del colapso.
Los petroleros jamás dejarán que se acabe el negocio.
Hay intereses muy grandes, tremendos lobbies en Estados Unidos; son los
que hacen las guerras y los enemigos son los reactores nucleares. No
soy pronuclear ni fanático, solo calculo riesgos.
“ALAN ESTÁ PELEADO CON LA CIENCIA”
El presidente Alan García ha dicho que no quiere saber nada de plantas nucleares…
El presidente detesta la palabra ciencia y la única vez que esta palabra
aparece en sus discursos es cuando dice eficiencia. Quizá García tiene
un problema psicocientífico, se ha peleado con la ciencia; le tiene
alergia. Quiere que nuestro país sea productor de materias primas, pero
hay que recordar que el desarrollo de un país se basa en la ciencia y
tecnología. Como no hay apoyo, los científicos del Perú se van, aquí no
hay trabajo. Cuando la Embajada de Francia beca a los jóvenes, el
presidente los reúne en palacio, les hace una fiesta y los despide.
Lamentablemente son becas sin retorno.
¿Huarangal es un peligro?
Reactores nucleares hay en Argentina, Brasil y México, nosotros tenemos
un reactor de investigación muy chico, es un Fukushima dividido entre
cien. Lo que hacemos es investigar. Eso hacemos. Sin la investigación no
se habría llegado al ADN o a la fertilización asistida, investigar es
lo que hacen los países ricos. Nuestro reactor funciona con pocos
científicos porque no hay presupuesto, y es triste porque nosotros
producimos las sustancias radiactivas como el yodo para la tiroides.
Estamos dando este servicio a los hospitales y clínicas.
¿Si hay un terremoto en Lima de grado 8,9, qué pasa con el reactor?
Ese reactor está calculado para resistir un terremoto superior al que haya soportado el Perú en toda su historia.
¿No es peligroso estar tan cerca de colchones urbanos?
Yo he trabajado en un reactor diez veces más grande en Francia y nunca
escuché que la gente tuviera temor. En Canadá, en una ciudad
universitaria, también tienen un reactor. No pasa nada.
¿En el Plan Bicentenario del Perú la ciencia está contemplada?
Dice que en el 2021 debemos invertir por lo menos el 1% del PBI,
actualmente se invierte 0,15%. País que invierte en ciencia, país que
progresa.
¿Ha conversado con el presidente?
Nunca, le he pedido cita, pero no me recibe. Yo lo vi de paso en 1988,
cuando fue al reactor nuclear a inaugurarlo. Después desapareció.
