Petróleo a US$ 132/barril: ¿qué hace el gobierno?
Por Humberto Campodónico
El petróleo ya está en US$ 132/barril y Goldman Sachs, nada menos, ha dicho que puede llegar a US$ 200/barril dentro de poco. Las razones son conocidas: aumento de la demanda asiática (sobre todo China), restricción de la oferta por la OPEP, estancamiento de la capacidad de refinación en EEUU, ausencia de nueva producción que permita encarar la creciente demanda.
La pregunta es ¿qué se está haciendo aquí para responder a ese inmenso problema? Vayamos por partes. Para que el alza del petróleo no llegue a los consumidores, el gobierno creó el Fondo de Estabilización de Precios, que compensa a las refinerías para que no suban sus precios. Hasta hace poco, el Fondo le daba S/. 50 millones semanales (S/. 2,500 millones anuales) a las refinerías, pero ahora se anuncia que ese monto va a subir a S/. 80 millones semanales (S/. 4,000 millones, el 1.2% del PBI).
Aquí hay varios problemas. El primero es que se está sobrecompensando a las refinerías pues se les reconoce el margen de refinación de EE. UU., que es muy superior al que tienen las refinerías peruanas. En efecto, el margen bruto de refinación en EE. UU. (diferencia entre el costo del petróleo que compran y el precio de venta del producto refinado) ha sido superior a los US$ 20/barril en los últimos años, con un máximo de US$ 31.28/barril en el II Trimestre del 2007 (ver gráfico).
Para obtener el margen neto, al margen bruto hay que descontarle el costo de la refinación. La Memoria de Petroperú nos dice que su margen neto de refinación fue US$ 5.3 y US$ 6.8/barril en el 2004 y 2005 (ese es el costo que hemos puesto en el gráfico, para todo el periodo). Según las Memorias de Repsol, en el 2004 su margen neto, para sus operaciones en todo el mundo, fue US$ 5.7/barril y en el 2007 fue US$ 7.2/barril.
En EEUU, el costo real de refinación es similar al de otras partes del mundo, como España y Perú. Si al margen bruto de EE. UU. se le resta el margen neto normal de la industria, vemos que las refinerías de ese país logran ingentes ganancias (que pagan los consumidores) que han motivado las quejas del público y del Congreso. La cuestión es que en el Perú el Fondo de Estabilización usa la metodología del Precio de Paridad de Importación desde EEUU para compensar a las refinerías para que no suban sus precios. O sea, se consideran los márgenes de EE. UU. y no los márgenes locales.
Como en el Perú se venden 23.7 millones de barriles de diesel al año, una diferencia de US$ 10/barril entre los márgenes de las refinerías peruanas y las de EE. UU. nos da US$ 230 millones, que es lo que el Fondo "sobrecompensaría" a las refinerías. Más: el dinero del Fondo es "a fondo perdido", pues solo se recupera si los precios bajan, lo que los analistas descartan. También hay que decir que a las gasolinas 95 y 97 hace tiempo no se les compensa (lo que hoy se propagandiza) y que solo representan 800,000 barriles anuales, el 3.4% de lo que el Fondo compensa al diesel.
El problema es que no se ataca el mediano y largo plazo, acelerando drásticamente el uso del gas natural para cambiar la matriz energética. Hasta ahora el MEF no da el pase al bono del "chatarreo" (para comprar autos a gas) que solo cuesta US$ 50 millones al año. También está estancada la petroquímica, para producir úrea y bajar el precio de los fertilizantes, que representan el 25 a 30% de costo de producción agrícola. El gobierno actúa como bombero —cuando el fuego ya comenzó— pues no tiene plan de largo plazo y no pone en marcha el Centro de Planeamiento Estratégico. Por eso "duda" en darle prioridad al gasoducto andino, gran instrumento para la inclusión social. ¿Hasta cuándo?
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