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Karen Poniachik. |
Premeditado y siniestro plan del lobby chileno
En los últimos años el mundo ha sentido de una u otra forma la dificultad para obtener recursos energéticos. Recordemos que EE. UU. se ha lanzado a una guerra contra Irak, la cual, bajo pretextos pueriles, lo que realmente busca es el control de los ingentes recursos petroleros de Irak.
EE. UU. sabe muy bien que los hidrocarburos son vitales para una economía sostenida. Por lo tanto, por ejemplo, prefiere importar petróleo antes que usar sus reservas propias.
Eso no sucede en el Perú, pues nuestros gobernantes de turno creen que llegados al poder pueden considerar nuestros recursos ―incluso los estratégicos― como materia para realizar una feria para invitar al festín a cuanta empresa o país se le ocurra, inclusive en condiciones desfavorables para nosotros y que comprometen nuestro futuro, como es el caso del gas.
Chile no tiene gas ni suficiente energía eléctrica
Chile intenta un crecimiento industrial, lo que implica que su consumo de energía sea creciente. Ahora importan desde Argentina 22 millones de metros cúbicos diarios de gas natural que alimentan plantas eléctricas que generan cerca del 30 por ciento de la electricidad, pero han tenido recortes de suministro de gas argentino de hasta ocho millones de metros cúbicos.
Chile a la caza de autoridades que se sometan a Chile, menoscabando el futuro del Perú
¿Será gratuitamente tanta bondad o eso significa que Chile enriquecerá personalmente a determinados funcionarios? En el 2004, el ministro Jaime Quijandría ya se había pronunciado, no obstante haber declaraciones contradictorias, como de la embajadora peruana en Bolivia, quien afirmaba lo contrario. La compañía que obtuvo la concesión para comercializar el gas, LNG calculaba que el 67% sería para exportar a México y lo restante a Chile; 200 millones de pies cúbicos diarios (5,67 millones de metros cúbicos diarios), lo cual no es mucho, pero ayudaría a los chilenos por la merma del combustible proveniente de Argentina.
Un proyecto pendiente es un gasoducto que conectaría la ciudad peruana de Pisco con el sur de ese país (Arequipa y Tacna) y luego las localidades chilenas de Arica, Antofagasta y Tocopilla, dijo el ministro peruano.
El proyecto con Chile es interesante por la cercanía y porque no se necesita licuar el gas y transportarlo líquido para luego gasificarlo de nuevo en destino, como es el caso de México.
Extranjeros quieren decidir lo que se hace con nuestro gas
Como si fuésemos tribus que no saben lo que necesitan, empresarios de otros países quieren decidir lo que se hace con nuestros recursos estratégicos, claro ante la genuflexa actuación de nuestras autoridades, pues en su visita al Perú, Chakib Khelil, ministro de Energía y Minas de Argelia y presidente de Sonatrach, socia del consorcio Perú LNG, consideró que no habría ningún problema en que el gas de Camisea sea vendido a Chile. "El gas peruano puede ser vendido a cualquier país", dijo.
Chile también quiere tomar la batuta. “Vino el ministro de Economía de Chile, Jorge Rodríguez Grossi, a Perú hace unos días, acabo de hablar con él hoy (martes) y hay interés de parte de Chile de diversificar sus fuentes de gas”, afirmó Kuczynski.
Kuczynski en el foro APEC (Asia-Pacífico) indicó que el proyecto Camisea es, a escala mundial, modesto, pero, aseguró, que los inversionistas privados consideran la venta de gas a Chile, además de la exportación a México y reiteró el ofrecimiento de su país de exportar gas desde su yacimiento de Camisea a Chile. "Hemos quedado en formar un comité de trabajo, y yo creo que es bastante factible, porque tenemos el gas, el tubo y el inversionista para llevar a cabo el proyecto", precisó el ministro tras reunirse con la canciller chilena, Soledad Alvear.
Chile mira con mucha avidez al Perú como abastecedor de gas natural, en momentos en que sufre de una escasez energética por los recortes registrados en el suministro de su único proveedor, Argentina, dijo la ministra chilena de Minería y Energía, Karen Poniachik. "Nosotros miramos con mucho interés la posibilidad que el GNL lo podamos comprar de Perú, junto a un ’pool’ de proveedores, y estamos entusiasmados con la posibilidad de encontrar una fórmula beneficiosa para ambos países", dijo Poniachik en una entrevista con Reuters.
¿Por qué el Perú tiene que solucionar el problema energético de Chile a expensas de su desarrollo?
"Perú y Chile están muy complementados en esto porque nosotros como país necesitamos diversificar las fuentes a quienes les compramos gas y Perú a su vez está buscando diversificar los clientes", afirmó Poniachik en el marco de un Congreso Internacional de la Mujer Minera celebrado en la ciudad de Ica, ubicada al sur de Lima.
Eso es una gran sinvergüencería: "complementado" el país agredido con el país agresor que sigue usurpando Tarapacá y Arica. ¡O sea que el Perú proporciona combustible a Chile para que Chile invada al Perú...!
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