La crisis energética argentina y chilena y el PerúPor  Humberto Campodónico 

La ola de frío que azota el Cono Sur y la escasez de reservas de gas natural han hecho que el gobierno argentino reduzca la producción de las centrales eléctricas a gas, lo que afectará sobre todo a la industria alimentaria, textil y de autopartes. También han alcanzado su punto máximo las restricciones en las exportaciones de gas a Chile (que comenzaron en el 2004) a través de los 5 gasoductos que cruzan los Andes.
Según el regulador argentino ENARGAS, el 21 de junio Gas Andes, que lleva gas a la zona central de Chile (Santiago), solo transportó 52 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd), de los 850 previstos en el contrato (el 6% del total). Los dos gasoductos del sur (Gasoducto del Sur, en Concepción y el Gasoducto Methanex) también están en mínimos históricos (6 y 14 mmpcd, respectivamente). La crisis es peor en el norte: el 21 de junio, Gas Atacama y Gasoducto Norandino, que alimentan las centrales eléctricas que abastecen a las minas de cobre, no transportaron ni un (1) pie cúbico.

No se vislumbra una salida rápida a la crisis porque en Argentina no ha habido la suficiente inversión para la reposición de reservas desde que se privatizó YPF, a mediados de los 90 (1). En Chile, ya se otorgó la buena pro a British Gas para una planta de regasificación en la costa central (Quintero) que traerá Gas Natural Licuado (GNL) en barcos metaneros. Actualmente, en Chile se está usando diesel para las plantas termoeléctricas, lo que es carísimo. La planta de GNL comenzaría a operar recién en el 2010, y si bien el precio del gas sería más caro que el argentino, por lo menos habría seguridad en el abastecimiento.

Es por esto que Camisea aparece como "solución". La empresa más interesada es la francesa Suez (también está en Perú), pues tiene 2 centrales eléctricas a gas en el norte de Chile, en copropiedad con la estatal Codelco (la estatal tiene mayoría en ambas): ElectroAndina (1,028 MW) y Edelnor (719 MW). Su principal ramo es proveer energía eléctrica a las empresas cupríferas de la zona: Codelco, El Abra, Mantos Blancos, Cerro Colorado, entre otras. Son éstas las que ahora reciben cero (0) gas de Argentina.

Un primer intento de obtener gas de Camisea fue el "anillo energético" del 2005, que preveía la construcción de un gasoducto de Pisco a Tocopilla (Chile). Suez fue la encargada de hacer el estudio de factibilidad (www.cristaldemira.com, 9/4/07). El proyecto se cayó cuando el gobierno peruano se dio cuenta de que no había suficiente gas para exportar vía el "anillo energético" y, además, se suscitó el conflicto de los límites marítimos. Pero Suez no se ha dado por vencida: ahora trata de "acercar el gas" a la frontera con Chile, vía la construcción de un "polo petroquímico" (PQ) en Ilo o Matarani, en
 asociación con Petroperú y Petrobras.

De primera impresión, el proyecto parece bueno. Pero tiene su "segunda". El precio del gas es clave para el polo PQ y ya el Grupo Rodríguez Banda desistió de un polo PQ en Pisco pues consideró "muy caro" el precio que le quería cobrar Pluspetrol. El gas sería aún más caro si se transporta 1,000 km al sur. Por ello, los gestores del proyecto están pidiendo un subsidio al Estado, vía una Garantía de la Red Principal, que "viabilice" la tasa de retorno de la inversión. De esto trata el Proyecto de Ley 1189 enviado por el Ejecutivo al Congreso en abril y que aún no se aprueba.

La cuestión de fondo es que las actuales reservas de Camisea no alcanzan para satisfacer el consumo interno y la exportación prevista a México (para lo cual se modificaron, bajo presión de los "lobbies", todas las leyes vigentes del 2001 al 2005, lo que concluyó en que ahora también se puede exportar el gas del Lote 88; ver "La seguridad energética viene primero" cristaldemira, 14/2/07). Si, además, se suma el consumo del sur del país ("acercando el gas a la frontera con Chile"), los problemas pueden agravarse y, dentro de pocos años, podríamos atravesar por una situación de escasez.

Conclusión: cuidemos el gas de Camisea, que nos garantiza independencia y seguridad energética, pues nos "desliga" del creciente aumento del precio del petróleo. En un debate nacional, discutamos a fondo todos estos temas –lo que incluye la construcción de un gasoducto al sur para satisfacer las necesidades de nuestra población en esas regiones–. Hay que prever para después no lamentar una crisis energética, como la que hoy sufren Argentina y Chile.


(1) Estilos de gestión mixta y privada en la industria de hidrocarburos de América Latina, CEPAL, Serie Recursos Naturales e Infraestructura # 122, Santiago, 2007.