Se acabó la paciencia. El gobierno ruso decidió cortar el suministro de gas a la república proestadounidense de Ucrania debido a que este país no cumple con sus deudas y se niega a pagar el precio internacional.
Para disipar temores de los otros países que reciben el gas, Rusia aumentó su venta de gas a estos países que dependen del combustible ruso, principalmente Alemania, Francia, Polonia, Rumania, Austria e Italia, que aseguran que no han tenido problemas con el suministro.
Estos países europeos cuentan con reservas para unos días, pero se verían en serios problemas si la interrupción es de varias semanas, pues no podrán afrontar la falta del gas con sus reservas.
Después de independizarse, Rusia estuvo vendiendo gas a Ucrania a un precio menor que el internacional, que es el mismo precio al cual los rusos venden el gas dentro de su territorio y postergó el alza, pese al comportamiento de Ucrania, que por optar una postura proestadounidense traicionó a Rusia con el separatismo.
En realidad, el precio por debajo del estándar internacional es una ganga, pues, por ejemplo, en el Perú los contratos de petróleo se han redactado de manera que, siendo nuestro petróleo, debemos comprarlo al precio internacional. Pese a toda esta ventaja, ¡Ucrania está atrasada en los pagos!
En tanto, los ucranianos buscan dialogar, pero ofrecen menos de lo exigido por Rusia, que espera que Ucrania pague el precio normal internacional. Ahora Gazprom pide a Ucrania e 418 dólares por cada mil metros cúbicos, más del doble de los 179.5 dólares que Kiev pagó el año pasado.
Además, Ucrania no sólo mantiene su pretensión de recibir un pago por el sólo hecho de que el gas vendido a Alemania y los otros países transita por su territorio, sino que quiere subir ese derecho de tránsito del gas.
Pero el aprovechamiento de su territorio para cobrar a Rusia por el pasaje del gas se va a terminar para Ucrania cuando esté listo el ducto directo entre Rusia y Alemania.
En realidad, Ucrania ha hecho bastante para ganarse la enemistad de Rusia: el presidente ucraniano, Viktor Yushchenko, recibió fuertes críticas de Moscú por querer que Ucrania ingrese a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La Unión Europea desea evitar que se repita lo ocurrido en enero del 2006, cuando Moscú interrumpió sus envíos a Ucrania y provocó una breve reducción del abastecimiento de gas a otras partes de Europa en pleno invierno, temor que es descartado por Rusia y Ucrania, pero la interrupción podría bajar la presión en los gasoductos de tránsito o si Ucrania desvía los flujos que van hacia Europa.
Gazprom dejó de enviar gas a Ucrania exactamente en la mañana del jueves, al no poderse acordar las condiciones para los suministros del 2009. "Hemos cortado totalmente los suministros a Ucrania a las 10.00 a.m. (0700 GMT) de hoy", informó Gazprom a la prensa y añadió: “Seguimos abasteciendo totalmente a Europa”.
La ucraniana Naftogaz asegura que abastece gas desde sus reservas, que son suficientes para varios meses y precisan que la empresa está desviando 21 millones de metros cúbicos por día del gas ruso destinado a Europa, con el fin de mantener la presión suficiente en la red de ductos y que el tránsito siga su curso.
Gazprom dijo, por su parte, que aumentó los volúmenes de gas a los consumidores europeos más allá de Ucrania a 326 millones de metros cúbicos (mmc) por día, desde el nivel habitual de 300 mmc, en una medida que tendría como objetivo contrarrestar el gas desviado por Ucrania.
Estados Unidos sale en defensa de su títere, Ucrania
Por su parte, Estados Unidos demandó la restauración normal de los suministros de gas.
"Esperamos que Rusia y Ucrania puedan resolver la disputa sobre la deuda de gas y las condiciones de sus arreglos de suministro de gas natural de una manera transparente y comercial", dijo el portavoz de la Casa Blanca Gordon Johndroe en una declaración escrita desde Texas.
"Instamos a ambos bandos a tener en mente las implicaciones humanitarias de cualquier interrupción del suministro de gas en el invierno", expresó.
Doble moral
Una vez más se comprueba la doble moral de Estados Unidos, pues sale a defender a su títere por un simple contrato de gas. No existe nada de razones humanitarias en la venta o no venta del gas ruso pues, lo único que tiene que hacer Ucrania es pagar lo que debe y ahora pagar el precio internacional, si tanto le gusta la independencia, que pague lo que los demás países le pagan a Rusia.
Por último, inclusive si los rusos cortan el suministro —pues es su gas y lo pueden vender o negar a quien deseen—, Ucrania tiene muchos países a los cuales puede comprar gas.
En cambio, Estados Unidos nada dice del criminal aislamiento de suministro de víveres hacia Gaza. Tampoco protestó porque Israel desvió un barco con ayuda humanitaria para Gaza y lo desvió a Líbano, pese a que los palestinos sí tienen graves necesidades.