Piñera busca faenones chilenos en sector energía y minas del Perú
Al ver los faenones que se pueden realizar con el gobierno aprista en perjuicio de los intereses estratégicos peruanos, con todo descaro, el recién electo mandatario chileno Sebastián Piñera ya muestra su codicia hacia el Perú.
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Como se sabe, Lan, la línea aérea de este sujeto se encuentra bajo investigación debido a la sospechosa concesión de cielos abiertos, sin que el Congreso ni ningún político que se dice de oposición asuma una posición de liderazgo para que la investigación, que debería culminar con la expulsión de esta línea, que usufructúa nuestras rutas aéreas sin pagar por ello como es debido al gobierno peruano.
Viendo el faenón conseguido con Lan, ahora este sujeto pretende lanzarse a más y anuncia su intención de penetrar económicamente y apoderarse de los sectores energético y minero peruanos.
Estas pretensiones de Piñera fueron reveladas por la revista Semana Económica en su página web, donde se informa que “el presidente electo de Chile, Sebastián Piñera, afirmó que hay grandes oportunidades de inversión para capitales chilenos en el sector minero-energético del Perú, por lo que promoverá el flujo de capitales de ese país hacia esos sectores”.
Continuó que “con el Perú una enorme, fecunda y ambiciosa agenda de futuro: buscar una mayor integración comercial, buscar una mayor integración cultural y un aprovechamiento más eficiente de nuestros recursos naturales”.
Sabido es que cuando los chilenos hablan de “integración” siempre se refieren al aprovechamiento de los recursos que tiene el Perú y no tiene Chile, es decir, toda una intención de parasitar, con el contubernio de políticos peruanos corruptos.
Con todo desparpajo, Piñera desea que el empresariado de su país tenga acceso a los recursos energéticos peruanos, y en especial al gas de Camisea, como ya lo dejó saber al mostrar su desacuerdo con el entonces ministro Juan Valdivia, quien se opuso a que llegue a Chile si quiera una molécula de gas.
“No comparto esa posición. Por ejemplo, en Camisea hay un excedente de gas, porque una parte será exportada a México y otra está disponible. Nadie pretende que se postergue la necesidad interna en aras de las exportaciones”, dijo. Esta disponibilidad es el juego que los corruptos de turno hacen al impedir la venta a los industriales nacionales para tener pretexto de exportar a Chile, nuestro gas, a como dé lugar, ya sea en gas o convertido en energía eléctrica.
Viendo el faenón conseguido con Lan, ahora este sujeto pretende lanzarse a más y anuncia su intención de penetrar económicamente y apoderarse de los sectores energético y minero peruanos.
Estas pretensiones de Piñera fueron reveladas por la revista Semana Económica en su página web, donde se informa que “el presidente electo de Chile, Sebastián Piñera, afirmó que hay grandes oportunidades de inversión para capitales chilenos en el sector minero-energético del Perú, por lo que promoverá el flujo de capitales de ese país hacia esos sectores”.
Continuó que “con el Perú una enorme, fecunda y ambiciosa agenda de futuro: buscar una mayor integración comercial, buscar una mayor integración cultural y un aprovechamiento más eficiente de nuestros recursos naturales”.
Sabido es que cuando los chilenos hablan de “integración” siempre se refieren al aprovechamiento de los recursos que tiene el Perú y no tiene Chile, es decir, toda una intención de parasitar, con el contubernio de políticos peruanos corruptos.
Con todo desparpajo, Piñera desea que el empresariado de su país tenga acceso a los recursos energéticos peruanos, y en especial al gas de Camisea, como ya lo dejó saber al mostrar su desacuerdo con el entonces ministro Juan Valdivia, quien se opuso a que llegue a Chile si quiera una molécula de gas.
“No comparto esa posición. Por ejemplo, en Camisea hay un excedente de gas, porque una parte será exportada a México y otra está disponible. Nadie pretende que se postergue la necesidad interna en aras de las exportaciones”, dijo. Esta disponibilidad es el juego que los corruptos de turno hacen al impedir la venta a los industriales nacionales para tener pretexto de exportar a Chile, nuestro gas, a como dé lugar, ya sea en gas o convertido en energía eléctrica.
