Centavos de plástico
Por Salvador Capote*
Les sugiero un sencillo experimento. Pongan unos cuantos centavos estadounidenses (“pennies”) acuñados antes de 1982 en el platillo de una balanza sensible, e igual número, pero acuñados con posterioridad, en el otro platillo. Observarán ustedes que desciende el que contiene los fabricados antes de esa fecha. Esto se debe a que en 1982, por causa del alto precio del cobre, la Reserva Federal ordenó su reemplazo por zinc en las monedas de un centavo. A partir de entonces los “pennies” son de este metal en un 95.5 % y sólo están cubiertos superficialmente por una delgada capa de cobre. Actualmente, le cuesta más al gobierno acuñar “pennies” y “nickels” (75 % cobre, 25 % nickel) que el valor de estas monedas. Fabricar un “penny” cuesta 2.4 centavos, y 11.2 centavos fabricar un “nickel”.