No somos víctimas de la crisis
Por Xavier Caño Tamayo*
El griego Dimitri P. sobrevive con 550 euros al mes, pero necesita gastar 150 para comprar leche o adquirir los medicamentos que necesita. Francisco, parado de larga duración con la prestación por desempleo agotada ha de acudir a comedores sociales para no morir de hambre y a una ONG que le proporcione ropa de abrigo. Ricardo y Zoraida han sido desahuciados de la vivienda, pero aún deben 90.000 euros de hipoteca. La reducida pensión de Joao N. le da para 10 días; luego ha de recurrir al reparto de alimentos y medicamentos en una ONG...