Costa Rica y Nicaragua en disputa fronteriza
Una noticia poco difundida en el Perú es la queja ante la OEA del gobierno de Costa Rica contra el de Nicaragua, por trabajos de dragado que ejecutan los nicaragüenses en el delta del río San Juan, en dirección al mar Caribe, que forma parte de la frontera entre los dos países.
Costa Rica denuncia que al realizar el dragado los nicaragüenses se están apoderando de una extensión de territorio denominada “isla Calero”. La diplomacia del gobierno de Nicaragua responde afirmando, en primer lugar, que este caso debe tratarse en forma bilateral y no en la OEA, que no tiene facultades para definir asuntos de límites1; además —sostienen los nicaragüenses— si Costa Rica desea llevar el caso de manera no bilateral, queda para ambos países recurrir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.
Problemas e historia
Costa Rica presenta su reclamo porque el dragado nicaragüense —que hace variar el nivel de las aguas que van a Costa Rica— afecta el turismo y la pesca. Considerando que Costa Rica es un país que no tiene fuerza armada, parecería que los nicaragüenses, que han enviado un destacamento militar a la zona de trabajo, están imponiéndose por la fuerza2.
Costa Rica no acusa a su vecino del norte de desviar las aguas del río San Juan, lo que sí sería un asunto delicado; pero sucede que, sin desviar el curso del río, al limpiar y profundizar su cauce ya pasa menos agua al lado costarricense de la frontera, lo que para los costarricenses tiene un resultado semejante al de un desvío de aguas.
Por qué sucede
La frontera entre Costa Rica y Nicaragua ya fue fijada en el siglo XIX mediante los laudos arbitrales —aceptados por ambos países— de Cleveland y Alexander, que de manera muy detallada definen la línea fronteriza. Nunca hubo discrepancias, pero sí descuido de ambos países. Sucede que por falta de mantenimiento y limpieza, el cauce de los ríos fronterizos se ha llenado de arena y desechos y en partes ha perdido su navegabilidad. Además, en algunos lugares las aguas discurren por sitios que hoy no son los mismos que cuando se emitieron los mencionados laudos. Estas variaciones naturales favorecieron a Costa Rica, que se ha beneficiado años de la situación.
Como curiosidad histórica y política, debe mencionarse que la persona nombrada por el gobierno de Managua como responsable de los trabajos de dragado es el comandante guerrillero Edén Pastora, que entre 1977 y 1979 dejó su actividad de pescador de tiburones del lago Nicaragua para sumarse a la insurrección del pueblo nicaragüense contra la dictadura de Anastasio Somoza. Pues sucede que ahora, por la falta de dragado, ya no llegan a dicho lago ni tiburones ni peces sierra ni otras especies que migraban del mar Caribe al agua dulce del lago.
Lecciones
Nada de lo que está pasando entre los dos países centroamericanos sucedería si oportunamente se hubiera procedido al amojonamiento de la línea fronteriza, proceso que deja en el terreno o en el agua3 marcas físicas (hitos) incontrovertibles. En este punto es en el que discrepan los gobiernos de Nicaragua y Costa Rica; el primero reiteradamente exige al segundo proceder a la colocación de dichas marcas, algo en lo que los costarricenses caminan con pies de plomo. ¿Por qué?
La respuesta es que un proceso de marcación física debe hacerse a partir de documentos o instrumentos jurídicos aceptados por ambas partes —en este caso los laudos Cleveland y Alexander—, pero Costa Rica sabe que eso no le conviene; lo que quisiera (pero no se atreve a decirlo públicamente) es que las marcas se pongan siguiendo las variaciones naturales del río que se han producido en beneficio de Costa Rica a partir de la época en que se expidieron los mencionados laudos.
El gobierno sandinista de Nicaragua, respaldado en este caso por todos los partidos políticos, se mantiene firme en su decisión de seguir dragando el río, para facilitar la navegabilidad, lo que fomentará el turismo y permitirá que los peces del mar puedan llegar al lago Nicaragua (hoy dichos animales más entran a Costa Rica). Es irónico que Costa Rica se oponga al dragado del río San Juan, puesto que en 2009 la CIJ emitió un dictamen que establece que el río San Juan pertenece a Nicaragua, pero al mismo tiempo reconoce a Costa Rica el derecho de navegar. Si para poder navegar se necesita un río que fluya bien, que esté con su cauce profundizado, ¿por qué los costarricenses se oponen al dragado que les facilita la navegación?
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1 Es cierto. El caso que enfrenta a Chile y al Perú se está ventilando en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, no en la OEA.
2 La presencia de los soldados tiene el propósito de proteger a los trabajadores del dragado porque en la zona hay actividad de traficantes de drogas.
3 Mediante adecuados trabajos de ingeniería, hoy muy fáciles de hacer.
Problemas e historia
Costa Rica presenta su reclamo porque el dragado nicaragüense —que hace variar el nivel de las aguas que van a Costa Rica— afecta el turismo y la pesca. Considerando que Costa Rica es un país que no tiene fuerza armada, parecería que los nicaragüenses, que han enviado un destacamento militar a la zona de trabajo, están imponiéndose por la fuerza2.
Costa Rica no acusa a su vecino del norte de desviar las aguas del río San Juan, lo que sí sería un asunto delicado; pero sucede que, sin desviar el curso del río, al limpiar y profundizar su cauce ya pasa menos agua al lado costarricense de la frontera, lo que para los costarricenses tiene un resultado semejante al de un desvío de aguas.
Por qué sucede
La frontera entre Costa Rica y Nicaragua ya fue fijada en el siglo XIX mediante los laudos arbitrales —aceptados por ambos países— de Cleveland y Alexander, que de manera muy detallada definen la línea fronteriza. Nunca hubo discrepancias, pero sí descuido de ambos países. Sucede que por falta de mantenimiento y limpieza, el cauce de los ríos fronterizos se ha llenado de arena y desechos y en partes ha perdido su navegabilidad. Además, en algunos lugares las aguas discurren por sitios que hoy no son los mismos que cuando se emitieron los mencionados laudos. Estas variaciones naturales favorecieron a Costa Rica, que se ha beneficiado años de la situación.
Como curiosidad histórica y política, debe mencionarse que la persona nombrada por el gobierno de Managua como responsable de los trabajos de dragado es el comandante guerrillero Edén Pastora, que entre 1977 y 1979 dejó su actividad de pescador de tiburones del lago Nicaragua para sumarse a la insurrección del pueblo nicaragüense contra la dictadura de Anastasio Somoza. Pues sucede que ahora, por la falta de dragado, ya no llegan a dicho lago ni tiburones ni peces sierra ni otras especies que migraban del mar Caribe al agua dulce del lago.
Lecciones
Nada de lo que está pasando entre los dos países centroamericanos sucedería si oportunamente se hubiera procedido al amojonamiento de la línea fronteriza, proceso que deja en el terreno o en el agua3 marcas físicas (hitos) incontrovertibles. En este punto es en el que discrepan los gobiernos de Nicaragua y Costa Rica; el primero reiteradamente exige al segundo proceder a la colocación de dichas marcas, algo en lo que los costarricenses caminan con pies de plomo. ¿Por qué?
La respuesta es que un proceso de marcación física debe hacerse a partir de documentos o instrumentos jurídicos aceptados por ambas partes —en este caso los laudos Cleveland y Alexander—, pero Costa Rica sabe que eso no le conviene; lo que quisiera (pero no se atreve a decirlo públicamente) es que las marcas se pongan siguiendo las variaciones naturales del río que se han producido en beneficio de Costa Rica a partir de la época en que se expidieron los mencionados laudos.
El gobierno sandinista de Nicaragua, respaldado en este caso por todos los partidos políticos, se mantiene firme en su decisión de seguir dragando el río, para facilitar la navegabilidad, lo que fomentará el turismo y permitirá que los peces del mar puedan llegar al lago Nicaragua (hoy dichos animales más entran a Costa Rica). Es irónico que Costa Rica se oponga al dragado del río San Juan, puesto que en 2009 la CIJ emitió un dictamen que establece que el río San Juan pertenece a Nicaragua, pero al mismo tiempo reconoce a Costa Rica el derecho de navegar. Si para poder navegar se necesita un río que fluya bien, que esté con su cauce profundizado, ¿por qué los costarricenses se oponen al dragado que les facilita la navegación?
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1 Es cierto. El caso que enfrenta a Chile y al Perú se está ventilando en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, no en la OEA.
2 La presencia de los soldados tiene el propósito de proteger a los trabajadores del dragado porque en la zona hay actividad de traficantes de drogas.
3 Mediante adecuados trabajos de ingeniería, hoy muy fáciles de hacer.