michelle bachelet Delimitación marítima: inacción favorece a Chile

Por Alfredo Palacios Dongo
 
“(…) lo cierto es que Chile mantiene de manera arbitraria su improcedente e írrita posición de delimitación a partir del hito N°1”
 
El pasado 29 de mayo el gobierno chileno objetó ante las Naciones Unidas la Ley 28621 “Líneas de Base del Dominio Marítimo del Perú” inscrita en dicho organismo el 17 de mayo. Según Chile, el punto en la costa límite internacional terrestre (Terminus Sur) no coincide con las mediciones establecidas por ambos países e implica un desconocimiento de la línea fronteriza convenida.
 

Ante tal impugnación, el 7 de junio la cancillería peruana mediante nota diplomática de protesta, rechazó la pretensión chilena de confundir la delimitación marítima pendiente con los límites terrestres fijados en 1929. La reacción del canciller chileno no se hizo esperar mediante una nota de respuesta de fecha 11 del mismo mes y expresando públicamente su consabida y reiterativa frase: “no existen asuntos limítrofes pendientes con Perú”. 

El artículo 2.° del Tratado de 1929 establece que la frontera debe partir de un punto que se denomina “Concordia”, el cual fue determinado en abril de 1930 por la “Comisión Mixta de Límites” ―creada en virtud del Tratado― resolviendo que “este punto de intersección del arco trazado con la orilla del mar será el inicial de la divisoria entre Perú y Chile”. Asimismo, dispuso la colocación de un hito a una distancia prudencial de la orilla para evitar su destrucción por el mar, siendo éste fijado a aproximadamente 180 metros y denominado hito N.° 1 o hito orilla del mar. 

El asunto es que Chile pretende desconocer el punto Concordia como límite internacional terrestre (Lat.18°21’08”S, Long.70°22’39”W) ―determinado definitiva y permanentemente en el tratado de 1929― y usar el hito N°1 (Lat.18°21’03”S, Long.70°22’56”W) aduciendo que en 1969 una Comisión Mixta (sin ninguna facultad para cambiar el carácter del Tratado de 1929) se encargo de la verificación y señalamiento, a partir de este hito, de un límite marítimo, siguiendo el paralelo, en un área a doce millas de la costa, con el fin de evitar las frecuentes capturas de embarcaciones pesqueras por ambas partes. 

A pesar que el presidente Alan García haya pedido a los peruanos serenidad por el diferendo, y el día 14 en Bolivia, Tarija, haya renovado su amistad y fortalecido la relación de confianza con la presidenta Michelle Bachelet, lo cierto es que Chile mantiene de manera arbitraria su improcedente e írrita posición de delimitación a partir del hito N°1. Recordemos que en marzo 2001 instalaron una caseta de vigilancia invadiendo nuestro territorio, debiendo retirarla pocos días después y, en diciembre 2006, para la creación de la XV Región Arica Parinacota, intentaron establecer en la ley el límite “desde el paralelo del hito N°1 en el mar chileno”, no logrando su cometido.

El motivo de esta pretensión chilena tiene que ver con su afán expansionista ya que debido a la diferencia de coordenadas entre el punto de Concordia y el hito N°1, usando éste último, se apropiarían de aproximadamente 37,000 m2 de nuestro territorio terrestre además de un importante área marítima proyectada hacia las 200 millas.