Aislando al Perú y preparando la reserva empresarial sable en mano

por Plinio Esquinarila

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I 1) Ecuador hace público su apoyo a Chile en el diferendo limítrofe por el Mar de Grau en la Corte de La Haya al sostener su canciller Fander Falconí que los acuerdos tripartitos de 1952 y 1954 constituyen tratados de límites entre su país, Perú y Chile. Su cancillería ya insinúa su intervención en dicho tribunal a favor de su aliado del sur, si acaso fueran convocados.


2) Otro canciller, Jaime Bermúdez, de Colombia, confirma que su país solicitó a La Haya el expediente del caso “con fines académicos”. El argumento es su propio contencioso que sigue este país con Nicaragua por el mar Caribe. En ambos casos, en Ecuador y Colombia, los anuncios se hacen con la presencia del jefe de la diplomacia chilena, Mariano Fernández.

3) El presidente boliviano Evo Morales hace tiempo que está del lado de Chile, porque los australes le han hecho creer —o es que se hace— que Alan García llevó el diferendo limítrofe a La Haya con el fin de bloquear el acceso boliviano al Pacífico.

De un problema bilateral —que es entre Perú y Chile— pasamos a tercerías ecuatorianas, alcahueterías bolivianas, e incluso eventuales injerencias colombianas disfrazadas de curiosidad académica. Y todo por la vieja costumbre chilena de “amarrar” apoyos militares o negocios de diferente cuantía —léase TLC con Colombia que entró en vigencia el pasado 8 de mayo— con cláusulas que los favorezcan en lo que para ellos son sus intereses vitales en su histórica controversia con Perú.

Con el agregado —respecto de Bolivia— que a sus recientes negociaciones con Chile sobre el diferendo del Silala hay que sumar la firma de un convenio de cooperación cultural. No obstante que Bolivia fue convocada en su oportunidad por Torre Tagle para jugar en pared en el tema limítrofe, Evo prefiere bailar la cueca y no la zamacueca y adopta una conducta provocadora contra el Perú con tal de ganar las elecciones presidenciales de este año, apareciendo como víctima porque supuestamente no le permiten consumar sus sueños de pasar a la historia como el héroe cocalero que puso fin al carácter mediterráneo de Bolivia. Provocador también, al margen de motivaciones ideológicas, porque amenaza sentar al Perú en el banquillo de acusados de La Haya por haber dado asilo a los procesados de la sangrienta algarada contra Sánchez de Losada llamada “octubre negro”.

II

Como si el avance del armamentismo chileno fuera poco, y que sería ocioso resumir, en la influyente revista chilena Capital.cl, N.º 244*, bajo el título “¡Ejecutivos, marchen!” hay un amplio reportaje de cómo los australes preparan a su reserva empresarial en ejercicios militares, obviamente para fines bélicos contra el Perú. Por la importancia del tema, vamos a glosar textualmente párrafos íntegros, aunque tediosos, no por ello menos importantes:

“Entre los nombres más reconocidos del grupo —bautizado como Fuerza Terrestre 2008— está el del presidente del Consejo Nacional de Televisión, Jorge Navarrete; el ex ministro de Vivienda y hoy gerente general de Dersa, Edmundo Hermosilla; y el presidente de Cristalerías de Chile (controladora de Capital y Mega), Baltazar Sánchez. También hay ejecutivos de otras empresas destacadas, como los gerentes generales de Carnes Ñuble, Aconcagua Foods y la Bolsa Electrónica, Ricardo Letelier, Jaime Silva y Juan Carlos Spencer, respectivamente; el gerente comercial de Viña San Pedro, Ricardo Bartel; el gerente corporativo de recursos humanos de CCU, Pablo de Vescovi; el gerente de marketing de la Bolsa Electrónica, Enrique Seguel; y el vicerrector de sede de Inacap, Juan Manuel Molina (a la postre, distinguido como el alumno estrella de la promoción).

“En la lista siguen el director ejecutivo de Boyden Chile, John Byrne; el gerente general de Iron Mountain, Gonzalo Hevia; el gerente de la Sociedad Generadora de Servicios, Francisco Ruiz-Clavijo; el médico y director de la Escuela de Medicina de la Universidad Finis Terrae, Claudio Aldunate; y el abogado del estudio Alliende, Villarroel, Lecaros & Eguiguren, Cristóbal González, el más joven de todos.

“El comandante en Jefe del Ejército, general Oscar Izurieta Ferrer, entregó el premio al espíritu militar al nuevo alférez Juan Manuel Molina”. (…).

Cuenta la crónica que la mejor experiencia que vivieron estos empresarios y ejecutivos fue el ejercicio de guerra en pleno desierto de Iquique, el 21 de noviembre. “Algunos dispararon morteros, otros hicieron lo propio dentro de los tanques o con piezas de artillería, mientras que varios descargaron decenas de tiros con los fusiles”.

La ceremonia de graduación estuvieron presentes varios integrantes de la primera promoción de empresarios de reserva, “como Andrónico Luksic y Pablo Yrarrázaval y el ministro Francisco Vidal”. Y el momento “más emotivo fue el juramento a la bandera, donde —sables en mano— se comprometieron de por vida a mantener las tradiciones y valores de la institución [el ejército de Chile]”.

Conclusión: mientras la diplomacia chilena aísla al Perú, y en paralelo prepara una nueva promoción de la reserva empresarial —sables en mano— para un escenario de conflicto, en el Perú la chilenofilia se opone a toda iniciativa para fortalecer una adecuada capacidad disuasiva de las Fuerzas Armadas. Conste que no estamos pidiendo que los señores de la CONFIEP vayan a prepararse como reserva patriota en el desierto de Tacna. Tal vez eso sería mucho pedir.

* http://www.capital.cl/index.php?option=com_content&id=3194&task=view&Itemid=56