La normal estupidez peruana
por Herbert Mujica Rojas
A ningún director de diario, canal o radioemisora parece extrañarle; tampoco ha expresado su indignación profunda ningún ex canciller, embajador, activo o pasivo; su rechazo algún líder político o legiferante de cualquier vertiente —la que fuera, al caso todas son lo mismo de indiferentes—; miembro de ONG o sucedáneos; sobre cómo La Tercera de Chile ha publicado expresiones del canciller José García Belaunde que comportan una clara, inadmisible, torpe y traidora declaración contra lo preceptuado, pactado con Chile en el Tratado de Lima y Protocolo Complementario del 3 de junio de 1929.
por Herbert Mujica Rojas
A ningún director de diario, canal o radioemisora parece extrañarle; tampoco ha expresado su indignación profunda ningún ex canciller, embajador, activo o pasivo; su rechazo algún líder político o legiferante de cualquier vertiente —la que fuera, al caso todas son lo mismo de indiferentes—; miembro de ONG o sucedáneos; sobre cómo La Tercera de Chile ha publicado expresiones del canciller José García Belaunde que comportan una clara, inadmisible, torpe y traidora declaración contra lo preceptuado, pactado con Chile en el Tratado de Lima y Protocolo Complementario del 3 de junio de 1929.
En efecto, "Según versión de la agencia oficial Andina, el canciller José García Belaunde dijo lo siguiente: ""Perú no será obstáculo, siempre y cuando se respeten los derechos que el Perú tiene ahí (...) Hay unas servidumbres en que Perú tiene derecho", señaló en una entrevista publicada en el diario La Tercera... Si la solución apunta a entregar soberanía de territorio sobre Arica, en ese caso Perú debe ser consultado", agregó Belaunde. (sic)".
Más aún: "No ha pasado mucho tiempo desde que el marino Jorge Brousset tildó de "saludable" la "consulta" chilena al Perú para una hipotética salida al mar de Bolivia por el norte de Arica. La notable sabiduría del especialista de marras tumbó de un sólo rebuzno el artículo 1 del Protocolo Complementario del Tratado de Lima del 3 de junio de 1929 que dice así: "Los Gobiernos del Perú y de Chile no podrán, sin previo acuerdo entre ellos, ceder a una tercera potencia la totalidad o parte de los territorios que, en conformidad con el Tratado de esta misma fecha quedan bajo sus respectivas soberanías, ni podrán sin ese requisito, construir, a través de ellos, nuevas líneas férreas internacionales".
La normal estupidez peruana de dejar pasar contrabandos no es nueva. Así es cómo se permite que la mayor cantidad de despropósitos constituyan normas y aberraciones que rigen el comportamiento colectivo del país. ¿Será suficiente "motivo" para ignorar el delicado asunto, que sea un periodista quien señala la desdorosa claudicación de un gobierno que no atina a marcar dignos pasos soberanos y diferenciadores con el país del sur? ¿O es que la idiotez concesiva se ha instalado congénitamente, por los siglos de los siglos, en el ser nacional?
Cancillería dejó pasar el estado de cosas con Chile, las fronteras, convenios y delimitaciones y hoy debemos reparar gruesas fallas de óptica y capacidad geopolítica de encuadrar los procesos vecinales de desarrollo conjunto y complementariedad, no subsidiariedad como ocurre en no pocos casos. Las declaraciones y monsergas por la integración continental, no consiguen morigerar la profunda carga mediocre que hay subyacente y fácilmente apreciable cuando son otras las directivas y provenientes de fuera, las que predominan como grandes avenidas de trabajo a nivel internacional.
¿Por causa de qué el silencio? No es la primera vez. En 1999, en noviembre, una pandilla de diplomáticos, intelectuales, militares, bajo el amparo del gobierno dictatorial de Kenya Fujimori, pactó un acta supuestamente solucionadora de los temas pendientes desde 1929. No fue así, se siguió el curso de acción hábilmente impulsado por la diplomacia chilena que gratificó con una distinción y medalla al supuesto "negociador" peruano Fabián Novak, traidorzuelo que hoy ocupa el viceministerio de Defensa (¿de qué país?). ¡Y ningún Congreso se ha atrevido a convalidar las claudicaciones que se hicieron entonces! Es más, adrede, y bajo conocimiento de Jorge Valdez, el fujimorista secretario general de Torre Tagle, se prescindió del mapa de Remozamiento Portuario de Arica que Leguía negoció con los chilenos en abril de 1929. ¡Eso hubiera evitado la traición, pero no fue así!
En pleno 2007, con un gobierno democrático que no acierta a entender que el gobierno socialista de Chile es más chileno que socialista, un canciller se permite desdibujar lo pactado en el Tratado de 1929 y concede la posibilidad de una "consulta" al Perú en caso Chile pretenda otorgar (lo que no puede hacer porque el Tratado así lo indica claramente cuando preceptúa el "previo acuerdo" entre Perú y Chile) salida a Bolivia por el norte de Arica. ¡Y aquí todos mantienen vergonzoso silencio! ¿Tendré que ser el único candil desde mi tribunita casi clandestina pero persistente en la denuncia diaria? Si así fuere, son testigos los mártires de la patria y los héroes que ya tienen a quien culpar de este abyecto rosario de nauseabundas acciones proditoras.
Lea www.redvoltaire.net hcmujica.blogspot.com Skype: hmujica
Más aún: "No ha pasado mucho tiempo desde que el marino Jorge Brousset tildó de "saludable" la "consulta" chilena al Perú para una hipotética salida al mar de Bolivia por el norte de Arica. La notable sabiduría del especialista de marras tumbó de un sólo rebuzno el artículo 1 del Protocolo Complementario del Tratado de Lima del 3 de junio de 1929 que dice así: "Los Gobiernos del Perú y de Chile no podrán, sin previo acuerdo entre ellos, ceder a una tercera potencia la totalidad o parte de los territorios que, en conformidad con el Tratado de esta misma fecha quedan bajo sus respectivas soberanías, ni podrán sin ese requisito, construir, a través de ellos, nuevas líneas férreas internacionales".
La normal estupidez peruana de dejar pasar contrabandos no es nueva. Así es cómo se permite que la mayor cantidad de despropósitos constituyan normas y aberraciones que rigen el comportamiento colectivo del país. ¿Será suficiente "motivo" para ignorar el delicado asunto, que sea un periodista quien señala la desdorosa claudicación de un gobierno que no atina a marcar dignos pasos soberanos y diferenciadores con el país del sur? ¿O es que la idiotez concesiva se ha instalado congénitamente, por los siglos de los siglos, en el ser nacional?
Cancillería dejó pasar el estado de cosas con Chile, las fronteras, convenios y delimitaciones y hoy debemos reparar gruesas fallas de óptica y capacidad geopolítica de encuadrar los procesos vecinales de desarrollo conjunto y complementariedad, no subsidiariedad como ocurre en no pocos casos. Las declaraciones y monsergas por la integración continental, no consiguen morigerar la profunda carga mediocre que hay subyacente y fácilmente apreciable cuando son otras las directivas y provenientes de fuera, las que predominan como grandes avenidas de trabajo a nivel internacional.
¿Por causa de qué el silencio? No es la primera vez. En 1999, en noviembre, una pandilla de diplomáticos, intelectuales, militares, bajo el amparo del gobierno dictatorial de Kenya Fujimori, pactó un acta supuestamente solucionadora de los temas pendientes desde 1929. No fue así, se siguió el curso de acción hábilmente impulsado por la diplomacia chilena que gratificó con una distinción y medalla al supuesto "negociador" peruano Fabián Novak, traidorzuelo que hoy ocupa el viceministerio de Defensa (¿de qué país?). ¡Y ningún Congreso se ha atrevido a convalidar las claudicaciones que se hicieron entonces! Es más, adrede, y bajo conocimiento de Jorge Valdez, el fujimorista secretario general de Torre Tagle, se prescindió del mapa de Remozamiento Portuario de Arica que Leguía negoció con los chilenos en abril de 1929. ¡Eso hubiera evitado la traición, pero no fue así!
En pleno 2007, con un gobierno democrático que no acierta a entender que el gobierno socialista de Chile es más chileno que socialista, un canciller se permite desdibujar lo pactado en el Tratado de 1929 y concede la posibilidad de una "consulta" al Perú en caso Chile pretenda otorgar (lo que no puede hacer porque el Tratado así lo indica claramente cuando preceptúa el "previo acuerdo" entre Perú y Chile) salida a Bolivia por el norte de Arica. ¡Y aquí todos mantienen vergonzoso silencio! ¿Tendré que ser el único candil desde mi tribunita casi clandestina pero persistente en la denuncia diaria? Si así fuere, son testigos los mártires de la patria y los héroes que ya tienen a quien culpar de este abyecto rosario de nauseabundas acciones proditoras.
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