El culto sexual satánico fundado por Aleister Crowley, nacido en 1875, muerto en 1947 y autoproclamado la “Gran Bestia 666” y llamado el hombre más perverso del mundo, está captando adeptos en el mundo de las celebridades, con estrellas como Peaches Geldof, Jimmy Page y Jay-Z.
Crowley, nacido en una familia pudiente británica, practicaba el ocultismo, la adoración satánica en rituales sadomasoquistas con hombres y mujeres y conjuros para invocar a demonios, además, consumía opio, cocaína , heroína y mescalina. Escribió libros sobre su culto.
Peaches Geldof tiene 148 mil seguidores en su cuenta Twitter, donde invitó a sus amigos a exploar “un sistema para aplicarlo en la vida diaria y alcanzar la paz”. Geldof es devoto de la secta Ordo Templi Orientis, conocida como OTO, que considera a Crowley su profeta, cuyas iniciales las tiene tatuadas en su antebrazo izquierdo.
Entre las estrellas últimamente se ha visto afición por cultos como la cientología, el judaísmo, siendo este nuevo culto satánico lo más nuevo.
Jimmy Page, de los Led Zeppelin, participaba en rituales mágicos y compró la que fue casa de Crowley, Bolesine House, en las orillas del lago Ness, en Escocia.
La pertenencia a la secta OTO es secreta y cuentan con predicadores. Peaches da respuestas a preguntas de sus admiradores en su cuenta Twitter y recomienda libros sobre su culto.
La secta OTO tiene una línea de ropa con estampados del ocultismo satánico, como el ojo en el triángulo, el Ojo de Horus (símbolo del ocultismo egipcio que muestra un ojo en la cima de una pirámide) o la cabeza de Baphomet, rostro del demonio con cuernos como el de la foto.
Algunos teóricos de las conspiraciones aseguran que Peaches pertenece a un movimiento masónico con vinculaciones en los negocios y los gobiernos, según el Daily Mail.
A diferencia de la cientología, que es bastante costosa estudiar , o el judaísmo, la secta OTO no pide contribuciones ni busca atraer a las masas, pues sus miembros sólo son cientos en el Reino Unido y miles en el mundo.
Ted Gundersen, exagente del FBI que investigó grupos satánicos en Los Angeles, determinó que las enseñanzas de Crowley “sobre demonios que se levantan para hacer lo que uno pide” apunta a sacrificios humanos, en especial de niños pequeños e inteligentes.