Reinaldo Ríos, investigador de fenómenos paranormales de Puerto Rico, mientras se disponía a dar uno de sus rutinarios paseos, informa que tuvo la inesperada suerte de que sus amistades tras despedirse de él le tomaran una foto, donde aparecen unos espectros, que él supone serían de extraterrestres.
En el revelado de las mismas, obtenido de un centro de fotografías, curiosamente la persona que tomara la foto le pregunta al profesor si éste estaba acompañado. El ufólogo le indica que usualmente es una persona solitaria y como pocas ocasiones quienes le ven en la calle podría ser éste con su pareja.
"No recuerdo ese día en específico si estaba con alguien, solamente recuerdo que llevaba en mis pensamientos los extraterrestres ya que iba a investigar un avistamiento que me habían comentado en mi estadía por la Republica Dominicana, estaría visitando varias personas"
En la foto suministrada suele apreciarse claramente a la derecha del ufólogo, una silueta de una cabeza sin cabello, piel lisa y blanca, a la misma vez otra silueta aparece a la parte izquierda inferior de atrás del auto donde se aprecia una cabeza estilo bombilla, un cuello y unos ojos en la misma, lo que se asemeja al tipo de extraterrestres que le llaman los grises.
Según el ufólogo la mayoría de las fotos no se percibe de primera intención los hallazgos, sino tras el revelado. “En análisis hay seres en dimensiones paralelas que interactúan con nosotros a otros niveles de vibración, solo cuando logramos armonizarnos con ellas se pueden ver a simple vista”, dice.
“Los grises son seres que para muchos son científicos están con nosotros en diferentes misiones”, sostiene. Aunque el ufólogo defiende la postura de que no simpatiza mucho con estos, sobreentiende que basado en los relatos de otros contactados, estos han desde curado enfermedades malignas hasta visitado a muchas personas.
Generalmente nos cuenta que acostumbra realizar una oración para protección e invocación de seres positivos al movilizarse o viajar en cualquier medio de transporte. En ese día en específico que no logra precisar, le vienen recuerdos de que no hizo tal ritual de protección mental espiritual.
Simplemente recuerda que en su viaje de investigación tuvo buenos resultados de investigación, lo que atribuye a sus acompañantes.
Indica que dicho auto lo utiliza para su transporte diario y le fue revelado antes de comprarlo en un ejercicio de meditación y precisamente en la distribuidora donde fue comprado era la única unidad de esa marca y color que quedaba, “como si estuviese reservado”. Lo cierto es que ha salido buen carro, le han chocado en tres ocasiones y siempre el carro ha funcionado como nuevo, menciona y agrega: "Quizá este era el vehículo que ELLOS me habían destinado" concluye.
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