Un ciudadano chino logró salvar a un bebé que cayó de un segundo piso en la provincia de Guangdong, China.
El menor había sido dejado solo y decidió asomarse por la ventana sin medir el peligro. Entonces un transeunte se percató del inminente peligro y se colocó a esperar que caiga para sostenerlo con sus brazos.
Otros vecinos también intentaron hacer algo: colocron un sofá y cartones, y otro también abrió sus brazos para atrapar al niño, que finalmente pudo ser salvado, pese a la tormenta.
El buen samaritano es un vendedor llamado Li, según The Guardian.
Ver vídeo aquí.