Manuel Uribe, el hombre más obeso del mundo, que llegó a pesar 560 kilos, pereció ayer en el Hospital Universitario por complicaciones de salud y una arritmia cardiaca.
Hace unos años el infortunado pidió ayuda para su tratamiento y cadenas televisivas de varios países se ocuparon de su caso.
El paciente aceptó pasear por las calles en un vehículo acondicionado especialmente para su monumental volumen. Estas presentaciones le permitieron reunir algunos fondos para su salud.
Entre varias alternativas que le propusieron, Uribe rechazó la cirugía y optó por un régimen dietético, que le ayudó a reducir peso, pero siendo el método más lento, fue vencido por la muerte, tras las complicaciones que este exceso de grasa trajo a su organismo, aunque llegó a bajar 230 kilos hasta 2009.
El libro Récord Guinness lo registró como el hombre más gordo del mundo y no podía ponerse de pie al menos durante nueve años.
Su peso lo llevó a la tumba ayer a los 28 años de edad, tras estar internado varios días. En 2009, "Meme" logró bajar alrededor de 230 kilogramos.