Doscientas ballenas fueron muertas con feroz salvajismo en las Islas Feroe, Dinamarca donde, como todos los años, llegan en busca de alimento, pero son recibidas por primitivos carniceros. Antes de ver más, advertimos que las fotos que siguen son chocantes.
Provistos de machetes, cuchillos y ganchos, decenas de daneses dan inmisericorde muerte a estos cetáceos, ante la indolente mirada de los lugareños que esperan el fin de la sangrienta faena.
Todos los años circulan estas imágenes por internet, pero esta vez las toma el mismo día y las publica el diario británico The Sun.
Estos despiadados daneses buscan obtener las médulas espinales de estos mamíferos, para lo cual emplean sus instrumentos afilados.
Algunas de las ballenas eran hembras preñadas y el espectáculo es más denigrante al ver a los fetos destrozados extraídos del vientre de sus madres.
Pete Hammarstedt, activista contra la caza de ballenas, se hizo pasar por un director de cine en el pueblo pesquero de Klaksvík y explicó que el sacrificio de estos inteligentes animales se ejecuta atacándolas hasta por cuatro minutos.
Dinamarca y Japón son países que se resisten a dejar de aniquilar a las ballenas, decisión que se convierte en mucho más repudiable teniendo en cuenta que estos dos países gozan de un alto nivel de calidad de vida en el mundo. No necesitan, pero insisten en este crimen que se torna más insoportable conforme la ciencia nos explica la maravilla de la inteligencia de estos animales.