Diputado británico se entera por la prensa que su esposa es prostituta
El diputado británico Mike Weatherley, 53, se enteró a través de un diario que su esposa brasileña, Carla, ejerce la prostitución.
Foto: Sunday Mirror |
Weatherley, padre de tres niños, dijo que no tenía idea de que Carla esté vendiendo su cuerpo. El parlamentario lloró al regresar a su casa tras enterarse de la brutal noticia y declaró que el hecho daña al primer ministro y a su partido.
Las fotos de Carla fueron publicadas por el Sunday Mirror. Las imágenes fueron obtenidas por un periodista que se hizo pasar como cliente, para quien la mujer posó en poses comprometedoras.
El diario informó que la prostituta cobra 70 libras esterlinas por hora y estuvo trabajando en ese oficio con varios nombres.
Hija de un camionero, antes de conocer al legislador se dedicó al meretricio en Brasil, donde nació. A Weatherley lo conoció cuando éste realizó un viaje de negocios a ese país.
Weatherley dijo que se había divorciado de Carla en febrero, pero lo ayudó en su campaña electoral, en la cual fueron fotografiados en muchos lugares.
La mujer reveló al periodista su tarifa, 70 libras esterlinas por hora, y le aseguró que trabajó en tres burdeles y que está encantada con su clientela y sus ganancias.
Quienes conocen a Weatherley lo describen como mujeriego y narran que cuando fue invitado a la BBC no despegaba los ojos de una rusa, a la cual invitó a beber tras la entrevista.
Las fotos de Carla fueron publicadas por el Sunday Mirror. Las imágenes fueron obtenidas por un periodista que se hizo pasar como cliente, para quien la mujer posó en poses comprometedoras.
El diario informó que la prostituta cobra 70 libras esterlinas por hora y estuvo trabajando en ese oficio con varios nombres.
Hija de un camionero, antes de conocer al legislador se dedicó al meretricio en Brasil, donde nació. A Weatherley lo conoció cuando éste realizó un viaje de negocios a ese país.
Weatherley dijo que se había divorciado de Carla en febrero, pero lo ayudó en su campaña electoral, en la cual fueron fotografiados en muchos lugares.
La mujer reveló al periodista su tarifa, 70 libras esterlinas por hora, y le aseguró que trabajó en tres burdeles y que está encantada con su clientela y sus ganancias.
Quienes conocen a Weatherley lo describen como mujeriego y narran que cuando fue invitado a la BBC no despegaba los ojos de una rusa, a la cual invitó a beber tras la entrevista.