Benedicto XVI conversa con astronautas de la estación espacial
Benedicto XVI mantuvo una conversación este sábado con un grupo de astronautas de la Estación Espacial Internacional, con motivo de la última misión del trasbordador Endeavour.
El Papa se encontraba en una sala del Palacio Apostólico Vaticano y podía ver a los astronautas en una pantalla de televisión, mientras que éstos sólo podían escuchar su voz por el canal audio.
Durante la conversación, el Santo Padre hizo cinco preguntas a los astronautas. En la primera preguntó: "Cuando contempláis la tierra desde arriba, ¿os habéis preguntado cómo viven aquí abajo las naciones y las personas o cómo la ciencia puede contribuir a la causa de la paz?".
El astronauta estadounidense Mark Kelly respondió que desde el espacio no se ven las fronteras entre los países, pero que se dan cuenta de que "los pueblos combaten y que hay mucha violencia. La ciencia y la tecnología que hemos aplicado en la estación espacial para desarrollar la energía solar nos da prácticamente una cantidad ilimitada de energía. Si estas tecnologías se pudieran adaptar más a la Tierra, quizá podríamos reducir la violencia".
Tras subrayar "la responsabilidad que todos tenemos ante el futuro de nuestro planeta", el Papa preguntó cómo veían la situación de la Tierra desde su "punto extraordinario de observación".
El astronauta estadounidense Ron Garan constató "cómo es inenarrablemente bello el planeta que se nos ha dado y al mismo tiempo podemos observar qué frágil es".
Benedicto XVI preguntó si en su "intenso trabajo de investigación" meditaban sobre el misterio de la creación y si de vez en cuando dirigen una oración al Creador. El astronauta italiano Roberto Vittori, que había recibido antes de partir para el espacio una medalla de Benedicto XVI, en la que se representa la creación del hombre, de Miguel Ángel, aseguró que al ver la belleza del planeta "rezo por mí, por nuestras familias, por nuestro futuro".
La quinta y última pregunta, el Papa la dirigió al astronauta italiano Paolo Nespoli, a quien aseguró que había rezado por su madre, recientemente fallecida y le preguntó cómo había vivido este tiempo de dolor y si en la Estación se "sienten lejanos, aislados y sufren un tipo de separación, o se sienten unidos, en una comunidad que los acompaña con atención y afecto".
Nespoli agradeció las oraciones del Pontífice por el fallecimiento de su madre, y reconoció que estando afuera del mundo "tenemos un punto de ventaja para mirar la Tierra y para sentir todo lo que nos rodea".
El Santo Padre concluyó agradeciendo "esta maravillosa oportunidad de encuentro y de dialogo. Me habéis ayudado a mí y a muchas otras personas a reflexionar juntos sobre temas importantes que conciernen al futuro de la humanidad. Os deseo lo mejor para vuestro trabajo y para el éxito de vuestra gran misión al servicio de la ciencia, de la colaboración internacional, del progreso auténtico y de la paz en el mundo".