La historia del secuestrado que pasó del ELN a las FARC
Por Yeison Gualdrón
El ingeniero forestal León Andrés Montes cayó en manos de los guerrilleros el 30 de julio del 2012.
En un improvisado altar de vírgenes y santos sobresale una pequeña foto iluminada con velones. Es de León Andrés Montes Ceballos, el ingeniero forestal que tras ser secuestrado por el ELN habría terminado encerrado en un campamento de las FARC.
El supuesto intercambio se habría producido meses atrás en los densos montes del Nordeste antioqueño. Según el Ejército, los “elenos” habrían recibido armas y provisiones a cambio del joven ingeniero que en el momento de ser plagiado trabajaba para la Compañía Agrícola La Sierra, una reforestadora chilena con influencia en esa subregión.
Eran las 4 de la tarde de ese lunes, 30 de julio del 2012. Por una angosta carretera de la vereda Portachuelas de Amalfi, León Andrés manejaba una camioneta blanca. Estaba acostumbrado al recorrido. Pero ese día, hombres armados le interceptaron. Después de cruzar unas cuantas palabras –según dicen algunos testigos—, los guerrilleros subieron al vehículo y se fueron con él.
Solo hasta la tarde del día siguiente —recuerda su padre, Luis Horacio Montes— encontraron el vehículo, pero incinerado. El hallazgo traería consigo el suplicio que hoy padece la familia. “Se comunicaron con la empresa y dijeron que él estaba secuestrado por el ELN”, recuerda.
Aunque en ese momento no entendía la razón del plagio —pues no son adinerados—, quince días después la Compañía y la familia conocieron un video que aclaró dudas. En este León Andrés —de mirada triste y voz pausada, según cuenta su padre— enumeraba lo que exigía el grupo guerrillero para su liberación.
“Pidieron una millonaria suma por su rescate o que nos fuéramos de la región y del país”, asegura el gerente de La Sierra sucursal Colombia, Renato Satta.
La empresa, en cabeza de Satta, se negó a pagar la extorsión, así como a retirarse de la zona. Denunciaron el caso ante el Gaula del Ejército.
Mientras tanto María Isabel Ceballos, madre del ingeniero, depositó la esperanza en una virgen de yeso que puso en la sala de su casa ubicada en El Peñol (Oriente antioqueño), donde creció el mayor de sus hijos. No aguantaba sin tenerlo entre sus brazos. Las noches de insomnio iban pasando. Y por cada hora, la tristeza se iba acomodando.
Tras varios días de ver el video de supervivencia, sonó el celular de Montes. Era un hombre que se identificó como “Gildardo”, del frente Capitán Mauricio del ELN.
—Intervenga ante la empresa para que cumplan las peticiones —le dijo el supuesto cabecilla guerrillero.
—Pero mi hijo es simplemente un ingeniero —respondió el padre.
—No se preocupen. Ustedes no tienen problema con nosotros. El problema lo tiene la empresa.
Hubo una segunda llamada. Insistieron en la necesidad de un acercamiento para llegar a un acuerdo. Fue la última. En ninguna de las dos pidieron dinero.
De acuerdo con las autoridades, alias Víctor —comandante de ese frente—, habría ordenado el secuestro. Sin embargo, el hombre cayó en una operación militar a principios de enero de este año.
Un mes después del operativo, el ELN anunció —en su página web— una alianza con el frente Mario Vélez de las FARC.
Allí se comprometieron “a seguir luchando contra los megaproyectos de explotación minera, las grandes represas para hidroeléctricas y el monocultivo de maderas y agrocombustibles”.
Lo que no pensaron las autoridades en ese momento es que el acuerdo terminaría en un “trueque” de armas y secuestrados.
“Hay una alianza entre ellos porque se están prestando armamento […] se están pasando los secuestrados […]. Los ‘elenos’ pasaron al ingeniero Montes Ceballos a las FARC para que lo tengan mientras ellos cambian de sitio y así eludir los operativos militares", fue lo que aseguró el pasado 15 de junio el coronel Juan Carlos Vargas Carvajal, comandante de la XIV Brigada del Ejército.
Los militares, en múltiples ocasiones, han propuesto realizar un rescate pues tendrían la ubicación donde tienen encerrado al ingeniero. Sin embargo, su familia se ha negado tajantemente a esa opción.
Lo que no se niegan a creer tanto los padres es la participación de las FARC en el plagio de su hijo. “Políticamente sería una jugada sin sentido”, dice Montes. Pero de ser así —asegura María Isabel—, no habría “perdón de Dios”.
“Cómo lo van a cambiar por armas y municiones. Ni porque fuera una mercancía”, añade mientras las lágrimas humedecen sus mejillas.
Ella seguirá aferrada a la fe, es quizá, lo único que le queda. Su altar, el que empezó solo con una virgen, hoy está lleno de imágenes “sagradas” que, en manos de vecinos y desconocidos, fueron llegando hasta aquella estrecha cuadra donde habita el dolor de que deja un secuestro.
“Es un secuestro extorsivo”: La Sierra
Por alguna razón, aún desconocida, el ELN no quiere que la multinacional chilena Agrícola La Sierra no siga con el negocio de la madera en el Nordeste antioqueño. De hecho —según explicaron en su momento cabecillas de esa guerrilla— el secuestro del ingeniero León Andrés Montes respondería a conflictos ambientales que estaría generando la empresa reforestadora.
Renato Satta, gerente de la sucursal de Colombia, habló con EL TIEMPO sobre la situación.
—¿Qué les exige el ELN por la liberación de León Andrés Montes?
—Es un secuestro extorsivo. Exigen una cantidad de dinero por la supuesta liberación.
—¿Cuánto?
—Preferiría reservarme esa cifra. Es una suma importante de dinero.
—Tenemos entendido que si no era el dinero la condición era que abandonaran la zona
—Así es. Si no pagábamos esas extorsiones debíamos abandonar todos los proyectos que tenemos en el país.
—¿El ELN les ha comunicado los motivos para querer que ustedes se vayan del Nordeste?
—La empresa genera 700 empleos directos. Estamos llevando accesibilidad a la zona, tenemos 40 kilómetros de vía y hemos cubierto con bosques áreas que antiguamente estaban dedicadas a la ganadería […]. El impacto ha sido muy positivo en la zona. No entendemos cuál en la razón, por qué se ha cometido este grave ilícito.
—¿Se han vuelto a comunicar con la guerrilla?
—Hace unos meses mantenían un contacto extorsivo […]. También nos quisieron influenciar para abandonar la zona por el respaldo que habíamos tenido de los entes estatales.
—¿Cuándo fue la última?
—No recuerdo bien, creo que hace un par de meses.
Denuncian que empresa tiene líos
Una fuente de una autoridad ambiental le aseguró a El Tiempo que la Compañía Agrícola La Sierra estaría talando bosques nativos para cultivar pinos.
La empresa, que está en la región (nordeste antioqueño) desde hace seis, negó la aseveración. Sin embargo, se adelantan varias investigaciones contra ésta.
Precisamente esta es una de las exigencias que en su momento hizo el ELN para la liberación del ingeniero forestal León Andrés Montes.
El Tiempo, Bogotá 30-07-2013
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-12956832
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