El “Preso X”, el presunto espía del Mossad que murió en la cárcel Ayalón, en Ramle, en diciembre de 2010, aparentemente dio detalles sobre diversas operaciones secretas a los servicios de inteligencia de Australia, informaron los medios australianos.
El programa Foreign Correspondent de la cadena ABC de la televisión australiana divulgó que el “Preso X” era un ciudadano israelí de origen australiano identificado como Ben Zygier y que usó tres identidades más.
Zygier fue detenido en febrero de ese año después de que aparentemente informara sobre su trabajo con el Mossad a la Agencia de Inteligencia de Australia (ASIO), incluyendo detalles sobre una misión secreta en Italia, aunque se desconoce quién inició el contacto, informó la ABC.
Fuentes no identificadas dijeron a la ABC que en uno de los cuatro viajes que Zygier realizó a Australia antes de su detención en Israel, solicitó un visado de trabajo a Italia.
En una de estas visitas realizadas junto a su esposa e hijos, Zygier supuestamente contactó con la ASIO, según el medio australiano.
Las fuentes consultadas por Foreign Correspondent, programa que se emite los martes, también comentaron que Zygier creó una empresa de comunicaciones en Europa para el Mossad, que empleaba a otros dos australianos con nacionalidad israelí y que se dedicaba a exportar componentes electrónicos a países árabes así como a Irán.
Se cree que Zygier y otras dos personas con doble nacionalidad cambiaron sus nombres en diversas oportunidades y obtuvieron pasaportes nuevos para viajar a Oriente Medio y Europa como parte de su labor con el Mossad.
Las relaciones entre las agencias de inteligencia de ambos países se tensaron después de que el Gobierno de Camberra expulsó a un diplomático israelí al conocerse que se utilizaron pasaportes australianos en una supuesta operación del Mossad para abatir al cabecilla de Hamás, Mahmoud Mabhouh, responsable del suministro de armas para ese grupo islamista.
El ministro de Exteriores, Bob Carr, ordenó una investigación sobre las gestiones que hizo su ministerio, tras admitir que diplomáticos australianos conocían la detención de Zygier desde principios de 2010, varios meses antes de su muerte.
En el país, el caso del “Preso X” también será analizado a puerta cerrada por el Subcomité parlamentario de Servicios Secretos, ya que sobre el expediente pesa una orden de secreto de sumario. EFE y Aurora
Aurora, Tel Aviv 19-02-2013
Artículo relacionado