Israel contra Gaza: más depravados que Hitler
El ministerio de Defensa de Israel colgó en Youtube los videos de los momentos en que la aviación de su país ataca blancos en Gaza, como si se tratara de una proeza que debe ser admirada.
A decir verdad, ni Hitler se comportó de esta manera cuando asesinaba a los judíos. El Führer mantenía las acciones que se ejecutaban en los campos de concentración en secreto. Fue tan bien guardado el sigilo que la población alemana sólo supo la verdad después de terminada la guerra y cuando se habla del número de muertos existen dudas, pues hay quienes creen que la parte judía exagera.
Sea como fuese, la actitud de los sionistas, al mostrar como propaganda los momentos en que cometen su asesinatos están superando a Hitler en perversidad y depravación, porque se trata de un acto de exhibicionismo y soberbia, los criminales se regocijan con la masacre y la muestran al público sin ningún pudor (ver: http://es.youtube.com/watch?v=MTBAr7tq4rc.).
En este caso ya estamos, ni más ni menos, como los violadores o criminales que filman sus delitos y se regocijan al saber que otros verán sus atrocidades, lo cual constituye una preocupante y gravísima forma de conducta colectiva del país sionista.
Por lo menos Hitler tenía conciencia del mal que estaba cometiendo y ocultaba estos actos del público. En cambio, la depravación sionista es tan grande que no tienen escrúpulos en mostrar sus asesinatos de manera masiva.
Pero no todo judío es fascista ni criminal. Precisamente son también judíos de bien los perseguidos por el sionismo, como los judíos ortodoxos. Por ejemplo, el grupo Neturei-Karta (en arameo “los guardianes de la ciudad”), rechazan al llamado “Estado de Israel” y han manifestado su posición a partir de una exégesis de la Torah (el Pentateuco) y del auténtico judaísmo y son perseguidos, torturados y encarcelados, por lo que parte de ellos debieron establecerse fuera de Jerusalén.
En el exilio, Neturei Karta tienen sinagogas, instituciones educativas y editoriales y siguen con fidelidad a la Torah, la Halakah y el Shulchan Aruch y se mueven con la guía de rabinos y rehúsan reconocer la existencia del estado de Israel y condenan el sionismo.
La creación del estado de Israel, años después del holocausto de la Segunda Guerra Mundial, fue acompañada de abundante propaganda ideológica alimentada por el odio a los nazis y sus atrocidades como única razón de esa creación.
En realidad los judíos son una religión que esgrime el más absurdo de los fundamentos para reclamar una tierra después de miles de años de haberla abandonado por sólo el hecho de ser una religión, pues todos los judíos incinerados por Hitler y aquellos que se salvaron tenían un país de residencia y terminada la guerra nadie les negó el derecho a permanecer en sus países de origen.
Del mismo modo, pese a haber transcurrido menos tiempo (cinco siglos) sería absurdo que surja ahora un movimiento de adoradores del Sol y conversos católicos descendientes de Taulichusco y que por ello reclamen la propiedad de Lima y nos pidan a todos mudarnos para que ellos tomen posesión de la provincia.
También sería disparatado que los descendientes de españoles reclamemos una provincia en España o que los descendientes de ingleses en Estados Unidos reclamen una región en Inglaterra.
Desde este punto de vista la creación del estado de Israel es aún más disparatada, pues no transcurrieron cinco siglos, sino miles de años desde que dejaron esas tierras, que tampoco antes eran de ellos, y ahora esa religión está compuesta de gente de casi todos los países y, al igual que los descendientes de Taulichusco, es casi imposible seguir una línea de descendencia biológica completa, por falta de registros.
Inglaterra entra a tallar en la creación del estado de Israel
Ya producido un ambiente favorable mediante la propaganda sionista, Inglaterra decide asignarles un territorio en Palestina, que entonces estaba bajo su influencia. Lo malo fue que no les asignaron tierras desérticas, sino zonas pobladas de palestinos judíos, cristianos y musulmanes que hasta entonces convivían en forma pacífica.
Si tanto querían ayudar a los judíos en su capricho de tener una tierra para su religión (la cual no necesitaban, porque cada uno tenía su país), ¿por qué no adquirieron territorio en zonas no pobladas de África o Australia, donde podrían instalarse sin molestar a nadie? Es más, ¿por qué los judíos millonarios no adquirieron esas tierras?
Sólo a unas mentes perversas podía ocurrírseles que una religión debería tener país, lo cual además convenía para tener un punto de conflicto, con el consecuente negocio de las armas.
La creación del estado de Israel es el despojo más infame en la historia de la humanidad realizado contra un pueblo, en este caso, el pueblo palestino, que algún día la humanidad civilizada deberá revisar y corregir con justicia.