Por Jonas E. Alexis
El Ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, piensa que está engañando al mundo entero cuando recientemente dijo que “No tenemos intención de entrar en ningún conflicto, pero aconsejo a nuestros vecinos no ponernos a prueba”. [1]
¿Israel no tiene la intención de involucrarse en el conflicto de Siria? ¿No sabe este hombre que incluso Efraim Halevy, exdirector del Mossad israelí, admitió claramente que Israel ha apoyado a las facciones de al-Qaeda y al-Nusra en Siria? ¿Este hombre realmente piensa que puede engatusar a todo el mundo con declaraciones locas como esta?
Eso no es todo. Lieberman tiene cosas más interesantes que decir. Declara que Israel quiere dar forma a un proceso de paz en Siria; pero ¡atención a esto!: el proceso de paz no debe involucrar a invitados interesantes como Irán, Hezbolá y Assad. Lieberman declaró: “Mantener a Assad en el poder no está en nuestros intereses de seguridad.” [2]
La lógica es bastante clara aquí: para Lieberman, proceso de paz significa que Assad debe irse y ser reemplazado con ISIS o al-Qaida o al-Nusra. Como ha dicho el mismo embajador israelí Michael Oren, Israel prefiere en Siria a los chicos malos que Assad. [3] Según Lieberman, si Assad no está muerto como Gaddafi o Saddam, entonces no habrá paz en Siria.
Aquí nuevamente nos enfrentamos a uno de los temas más fundamentales de nuestra época: el régimen israelí quiere matar, robar y destruir. Quieren crear una guerra innecesaria, que potencialmente puede transformarse en una guerra nuclear con Rusia. Como ha sostenido recientemente Gordon Duff, Israel quiere empujar a Rusia y los Estados Unidos a una guerra nuclear.
En un mundo sensato, esto no es racional en absoluto precisamente porque Assad no ha hecho nada que amerite una guerra diabólica. Incluso PBS —para sorpresa de todos— ha reconocido que Assad ha estado protegiendo a la pequeña población cristiana en Siria. [4] Tanto Obama como Paul Ron también sabían que Assad estableció un baluarte para la defensa de la población cristiana. [5]
ISIS ha saqueado y quemado hogares cristianos y las iglesias en la región,[6] pero los títeres de los neoconservadores y otros belicistas todavía quieren apoyar a los que perpetran limpieza étnica. Assad también es moderado y está abierto a los ideales occidentales, pero los belicistas quieren deshacerse de él. Giuseppe Nazzaro, exvisitante apostólico de Alepo y excustodio de Tierra Santa, dijo:
“[Asad] abrió el país al comercio exterior, al turismo dentro del país y en el extranjero, a la libertad de movimientos y a la educación para hombres y mujeres. Antes de las protestas, había aumentado constantemente el número de mujeres en el mundo profesional, la universidad estaba abierta a todos y no había ninguna discriminación por razón de sexo.
“El país estaba en paz, la prosperidad iba en aumento y se respetaban los derechos humanos. Hogar y patria común de muchas etnias y 23 grupos religiosos diferentes, Siria siempre ha sido un lugar donde todos son libres de creer y vivir su credo; todas las relaciones se caracterizaban por el respeto mutuo. La libertad que presuntamente nos traían los rebeldes es precisamente lo que esta rebelión nos ha quitado.” [7]
La periodista italiana Alessandra Nucci informó:
El patriarca sirio Ignacio Joseph III Yonán, que estuvo en Roma con ocasión del reciente Sínodo sobre la familia, habló sobre el anfitrión de un noticiero francés que le preguntó por el “terrible Presidente de Siria”, diciendo: “Él es un monstruo. Está matando a personas inocentes, niños y mujeres”.
A lo que el patriarca Yonan respondió relatando la historia del sacerdote capuchino de un pueblo sirio en el río Éufrates, que es zona de 98% de musulmanes sunitas. El capuchino le contó a Yonán que cuando el pueblo fue atacado por los rebeldes antigubernamentales, él había protegido en su centro parroquial a cuatro hermanas misioneras de la caridad y a 12 ancianas. Cuando la situación se hizo insostenible, dijo el capuchino, las monjas llamaron a Damasco. “Y Damasco envió vehículos militares para evacuarlas del complejo parroquial. Allí estaban [el capuchino], las monjas y 12 ancianas, y se llevaron a todos a lugar seguro en Damasco.”
“Ahora”, dijo el patriarca Yonán a su anfitrión francés, “usted puede juzgar por sí mismo si esta persona, Assad, es un monstruo o no.” [8]
Los belicistas no están en absoluto interesados en la unidad y la paz en Siria. En verdad, Siria ha sido un lugar de unidad religiosa mucho antes de la guerra impuesta por los neoconservadores. La mencionada Nucci llegó a decir: “En Siria, la tradición de coexistencia pacífica y fraternal entre las religiones es un rasgo nacional del que todos los grupos sirios han estado siempre orgullosos, incluyendo los musulmanes sirios, para quienes las diferencias entre sunitas y shiitas no son motivo para desgarrar el tejido de la nación”. [9]
El monseñor Mario Zenari, nuncio apostólico actual en Siria, está de acuerdo con Nucci: “Aunque Siria es un país de mayoría musulmana, los sirios rechazan el radicalismo; y el Islam que practican es moderado.” [10]
Por tanto, el régimen israelí y los neoconservadores de Estados Unidos quieren destruir la unidad de Siria y reemplazarla con el terrorismo. Incluso el periódico británico Daily Telegraph observó que esto no es bueno de ninguna manera:
“Si los insurgentes ganan la guerra, no quedará en Siria ninguna de las iglesias cristianas (tal como ahora no hay ninguna en Arabia Saudita). La vida sería igualmente terrible para muchos de los musulmanes que conforman la gran mayoría de la población.
“No hay ‘buenos’ en la guerra civil en Siria. Pero no debemos ser ciegos ante el hecho de que hay un proyecto para destruir su rica cultura, pluralista e increíblemente compleja, y reemplazarla con una versión monócroma del Islam wahabí, el tipo de Islam que promueven los mulás de Arabia Saudita. Y por razones que la historia juzgará muy severamente, Gran Bretaña, Estados Unidos y Occidente han estado ayudando e instigando este proyecto.” [11]
Así, el régimen israelí y sus apologistas en Estados Unidos e Inglaterra quieren destruir gran parte del Oriente Medio y construir lo que algunos historiadores han llamado el Gran Israel. [12] Para llevar a cabo ese proyecto, deben establecerse prisiones a cielo abierto como la franja de Gaza,[13] Los palestinos tienen que morir, y los apologistas como Alan Dershowitz tienen que defender las acciones de tortura presentándolas como “defensa propia”. Gracias a Dios hay personas intrépidas como [el judío] Norman Finkelstein, que moral e intelectualmente han despojado a los apologistas de su pedestal político.
Notas
[1] “Israeli Defense Minister Warns Syria, Lebanon: Don’t Test Us,” Sputnik News, July 3, 2017.
[2] Ibid.
[3] “Israel wanted Assad gone since start of Syria civil war,” Jerusalem Post, September 17, 2015.
[4] “Why Did Assad, Saddam and Mubarak Protect Christians?,” PBS, October 14, 2011.
[5] “Obama: Assad Protected Christians In Syria,” MintPress News, September 12, 2014; Christina Wilkie, “Rand Paul: Assad ‘Protected Christians’ in Syria, Rebels ‘Attacking Christians,’” Huffington Post, September 3, 2013.
[6] Alessandra Nucci, “ISIS, Assad, and What the West is Missing About Syria,” Catholic World Report, December 15, 2015.
[7] Ibid.
[8] Ibid.
[9] Ibid.
[10] Ibid.
[11] Quoted in ibid.
[12] See for example Ilan Pappe, The Making of the Arab–Israeli Conflict, 1947–1951 (London: I. B. Tauris, 1994). For similar studies, see Sara Roy, Hamas and Civil Society in Gaza: Engaging the Islamist Social Sector (Princeton: Princeton University Press, 2011); Neve Gordon, Israel’s Occupation (Berkeley and Los Angeles: University of California Press, 2008).
[13] Ilan Pappe, The Biggest Prison on Earth: A History of the Occupied Territories (Oxford: One World Publications, 2017).
Traducción del inglés de Con nuestro Perú de
Jonas E. Alexis: “Israeli Defense Minister Avigdor Lieberman: We want Assad out of Syria, no matter what the cost” en
Veterans Today, 02-07-2017
http://www.veteranstoday.com/2017/07/02/israeli-defense-minister-avigdor-lieberman-we-want-assad-out-of-syria-no-matter-what-the-cost/
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