El tifón Jebi, el más fuerte de los últimos 25 años, azotó Japón, este martes, en especial a las islas de Honshu y Shikoku, con fuertes precipitaciones pluviales y vientos.

A causa del poderoso fenómeno, las aguas cubrieron el aeropuerto internacional de Kansai, situado en una isla artificial en medio de la bahía de Osaka, cerca de la costa de Honshu. Por supuesto, los vuelos quedaron suspendidos, informa la agencia estatal NHK.

El tifón también impidió la correcta navegación marítima y un buque tanque de combustible colisionó un puente que conecta el aeropuerto con la ciudad de Izumisano, en la prefectura de Osaka, sin que se reporte heridos.

Unos 800 vuelos locales  e internacionales debieron ser cancelados por el tifón y el tránsito de trenes fue suspendido hasta que pase la emergencia. Los centros comerciales se vieron obligados a cerrar, pues la gente sólo buscó dónde guarecerse.