La mayor parte de las víctimas mortales perecieron no por el terremoto, sino por el maremoto que siguió al sismo. Mientras que se confirman más de 420 muertes hasta el momento, las autoridades aseguran que los fallecidos se contarían por miles.
Ante las críticas, la BNPB respondió que siguieron los procedimientos estándar establecidos para poner fin a las alertas de tsunami, tomando como referencia el sensor más próximo a Palu, ubicado a unos 200 kilómetros de esta zona.
Rahmat Triyono, jefe del centro de sismos y tsunamis en la agencia dijo que no tienen datos de observación en Palu y que el registro más cercano fue de un insignificante incremento de nivel de 6cm, informa el diario británico The Guardian.
