Estas son algunas características del dron espía de EE.UU. Northrop Grumman RQ-4 Global Hawk, derribado este jueves por el CGRI de Irán por violar el país.
El RQ-4 Global Hawk —también conocido como Tier II+ durante su periodo de desarrollo— fue diseñado por la compañía Northrop Grumman y está al servicio de la Fuerza Aérea y la Fuerza Naval de Estados Unidos como una aeronave de vigilancia aérea.
El Global Hawk dispone de tecnología de gran precisión para vigilar las posiciones enemigas y dar seguimiento a los objetivos, para lo cual está provisto de un radar de apertura sintética que puede penetrar fácilmente en zonas cubiertas por nubes, e incluso por tormentas de arena.
Además, es capaz de operar a gran altitud y durante largos periodos de permanencia en el aire. Su techo operativo le permite en concreto alcanzar los 20 000 metros de altura, desde donde pueden tomar imágenes nítidas de los movimientos de una persona, por ejemplo, y puede permanecer en el aire durante más de 32 horas seguidas.
Global Hawk se ha implementado operativamente para respaldar las operaciones de contingencia de EE.UU. en el extranjero desde noviembre de 2001, y hasta mediados de 2013, sobrevoló 10 000 horas Afganistán, Libia, Siria e Irak.
Pese a estas supuestas características, RQ-4 Global Hawk, como otros drones, ha sufrido varios problemas que han puesto en entredicho su funcionamiento, de modo que una cuarta parte de los aviones que participaron en la invasión de Afganistán sufrió algún problema o fue derribada.
Cuerpo de Guardianes de Irán derriba el dron espía de EEUU
La División Aeroespacial del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán ha derribado la madrugada de este jueves el dron espía estadounidense Global Hawk tras violar el territorio de la República Islámica en la región frente a la localidad de Kuhmobark, sita en la provincia sureña de Hormozgan.
De hecho, en diciembre de 2011, la Unidad de Guerra Electrónica del Ejército iraní derribó un avión de reconocimiento no tripulado estadounidense modelo RQ-170 Sentinel, sin causar al aparato daños significativos, cuando sobrevolaba la ciudad de Kashmar (este de Irán), a unos 225 kilómetros de la frontera con Afganistán, desde donde ingresó al espacio aéreo del país persa.
Aumento de las tensiones en la región del Golfo Pérsico
La violación del dron estadounidense del cielo persa tiene lugar en momentos de alta tensión en la región del Golfo Pérsico. Desde su salida unilateral del acuerdo nuclear sellado en 2015 entre Teherán y el Grupo 5+1 —entonces formado por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania—, Washington está aumentando la presión sobre Irán, imponiéndole diversas sanciones, al mismo tiempo que incrementa su presencia militar en Oriente Medio.
En reiteradas ocasiones, las autoridades persas han restado importancia a la retórica belicista estadounidense y la consideran parte de una simple “guerra psicológica”; no obstante, hacen hincapié en que sus tropas están listas para dar una “respuesta contundente en un tiempo récord” a cualquier agresión militar exterior.
Por su parte, el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, ha rechazado la posibilidad de que se desate una guerra entre la República Islámica y EE.UU., si bien ha destacado que el pueblo persa responderá al enemigo oponiendo resistencia.
Hispantv, 20.06.2019
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