El suministro de los sistemas antiaéreos rusos S-400 a Turquía, pese al disgusto de Estados Unidos, es un triunfo de Rusia en el mercado de armamento, declaró el director general del grupo Rostec, Serguéi Chémezov, en una entrevista con la cadena de televisión norteamericana NBC News.
"Obtuvimos un triunfo en este caso", dijo Chémezov ante la pregunta si le agrada vender armamento a un país miembro de la OTAN y así generar discrepancias entre EE. UU. y Turquía.
Además, Chémezov habló del flamante caza ruso de quinta generación Checkmate, exhibido en el salón internacional Dubai AirShow 2021, y comentó que igualmente podría interesar a Turquía y a otro aliado estadounidense, Arabia Saudí.
En diciembre de 2017, Turquía selló con Rusia un contrato de 2.500 millones de dólares para adquirir varias baterías de sistemas antiaéreos S-400 (SA-21 Growler en la clasificación de la OTAN). Los equipos fueron entregados en 2019.
EE. UU. exigía que Turquía renunciara a ese contrato y a cambio adquiriera los sistemas estadounidenses Patriot, y amenazó con demorar o suprimir la venta a Ankara de los nuevos cazas F-35, así como imponerle sanciones de acuerdo con la ley estadounidense CAATSA (para contrarrestar a adversarios de EEUU a través de sanciones).
En diciembre de 2020 la administración saliente de EE. UU. aplicó esa ley y sancionó a las Industrias de Defensa de Turquía y a sus dirigentes. Las sanciones tensaron las relaciones entre Washington y Ankara, pero esta se negó a cambiar su política al respecto.
En marzo pasado, el titular de las Industrias de Defensa de Turquía, Ismail Demir, anunció que Ankara continúa las negociaciones con Rusia para adquirir un segundo lote de los S-400 pese a las sanciones de EE. UU.
El director general de la exportadora estatal rusa Rosoboronexport, Alexandr Mijéev, comentó antes que el contrato podría firmarse en 2021.
Con información de Sputnik