Los israelíes ya no tienen que mostrar sus "pases verdes", que indican haber sido inmunizados con dos o más dosis en los últimos cuatro meses, recuperado del virus o una prueba COVID-19 negativa reciente para ingresar en restaurantes, cines, gimnasios y hoteles.
Sin embargo, aún se requerirá presentar el pase válido al ingresar a sitios interiores donde existe un mayor riesgo de infección, como salas de eventos y clubes de baile.
Además, se eliminó también el requisito de "pase púrpura" en los comercios donde se requería limitar la capacidad de clientes, así como el de mantener un espacio de 1,5 metros entre mesas en los restaurantes.
Las nuevas reglas permanecerán vigentes hasta el 1 de marzo.
Para el director general del Ministerio de Salud, Nachman Ash, la decisión de prohibir el "pase verde" en la mayoría de los casos se debió a su falta de "eficacia", según dijo este lunes a la radio del Ejército.
"Debido a que ómicron (la variante del coronavirus) también infecta a los vacunados, el "pase verde" ha perdido efectividad en la mayoría de los lugares y decidimos reducir su uso solo a sitios de alto riesgo. Es parte de la tendencia de vivir con el virus", dijo.
En paralelo al alivio de las restricciones, el número de casos activos de coronavirus está en descenso, pero el país sigue viendo un aumento en el número de pacientes hospitalizados en estado grave como resultado del virus.
Las autoridades sanitarias dicen que la pandemia está estable en Israel, por la baja tasa de contagios, pero que no se ha llegado al final de la ola todavía.
Con información de Sputnik